El silencio
Hoy no es fácil ser santista. Otra vez silencio, incertidumbre y la atención principal en el hermano hoy campeón. Se queda Fentanes y su cuerpo técnico, se va Ulises Rivas,
renovó Gorriarán y hasta ahí la información oficial del receso de temporada. Hoy inicia la pretemporada del Apertura 2022 y pues no sabemos nada de nada. Santos necesita refuerzos y la sensación que se percibe es que no llegarán o qué por lo menos no llegarán los suficientes, en fin, otra vez una estrategia de comunicación (si es que la hay) muy alejada de ser empática con la gente a la que al mismo tiempo le quieres vender un abono y aunque el abono siempre lo diré que es más que una muestra de amor una decisión inteligente y amigable con la cartera, hoy si no hace sentido con la forma de manejarse la información para mostrar un producto atractivo para ir a verlo.
Queda tiempo. Lo que queda de Mayo más todo junio para que empiece a fluir la información
y los fichajes no se den de manera forzada. De darse la salida de Doria que es un rumor solamente, Santos debe fichar dos centrales de calidad, también con la salida de Ulises Rivas se requiere otro mediocampista ya de recorrido. Además en el ataque urge alguien que juegue por fuera y un centro delantero que supla a Jeraldino que me imagino debe irse. Depender de que se recupere Ayrton ya suena a una mala broma. Llenar huecos con jóvenes de cantera no alcanzará para subir el nivel del equipo y aspirar a cosas grandes. Parece que a esta directiva ya se le olvidó que la afición santista está acostumbrada ya a pelear títulos, no para andar ahí mendigando calificar al repechaje.
Hoy no es sencillo ser santista porque claramente lo que espera la afición no es lo que la directiva piensa hacer. Los estilos ya están totalmente distanciados. El modelo de negocio y los éxitos anteriores son algo que la gente entiende y agradece pero quiere más. Creo que Santos tuvo la oportunidad hace unos años de comunicar mejor el estilo que iba a implementar para el equipo y la gente lo hubiera entendido, hoy las cosas serían distintas. Sin embargo se escogió el camino del silencio, de la soberbia, del “ahí está si quieren” y ya algo se rompió. Ese estilo ha permeado hasta los jugadores que se sienten intocables.
Ojalá la cosa mejore pronto. Que lleguen refuerzos de calidad a la altura de la historia de un club como lo es Santos Laguna. La afición lo merece.
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