Elon, como magnate y empresario, sabe mejor que nadie que los negocios deben ser rentables
Desde su lanzamiento en julio de 2006, la red social Twitter no ha hecho sino crecer año con año y, aún cuando la plataforma existió en español hasta noviembre de 2009, ha sido una de las consentidas por los usuarios por su novedoso método de microblogging, el cual en sus inicios sólo permitía 140 caracteres por tuit, mismos que al día de hoy se han aumentado a 280. Sin duda alguna la red del pajarito es una de las redes sociales más grandes y con mayor número de usuarios en el mundo a lo largo de la historia y no es para menos; aún cuando se tienen políticas de contenido, Twitter se ha caracterizado por ser de las más permisivas y esto ha generado una comunidad que es difícil cuantificar pero que pesa bastante. Se estima que cuenta 300 mil millones de usuarios, nada mal para un pájaro azul que permite expresar en unas cuantas líneas el sentir de cada “tuitero”, y es que el modelo de tuits ha sido su mayor éxito al concentrar en pocas palabras suficiente información, lo cual satisface rápidamente a quien busca informarse y/o entretenerse de una manera rápida y creíble. Es por lo anterior que tanto los principales medios de comunicación como los personajes políticos y de la farándula usan esta plataforma para comunicar a sus seguidores información inmediata y en su mayoría veraz, ya que cuentan con una insignia que verifica la propiedad de la cuenta, y es esto último lo que parece pender de un hilo desde ayer, cuando el nuevo dueño de Twitter, Elon Musk, quien consumó el contrato de compra-venta iniciado desde marzo pasado por 44 mil millones de dólares, anunció que la función de la “palomita azul” que verifica la identidad estará sólo disponible mediante una suscripción a Twitter Blue, la cual tendrá un costo de $8 dólares al mes (actualmente cuesta USD $4,99). Un cambio que de inmediato desató reacciones de millones de usuarios y personajes importantes, como el mismísimo escritor de literatura de terror Stephen King, quien escribió: “¿20 dólares al mes por mantener mi paloma azul? ¡Que le den, deberían pagarme a mi!”, esto luego de que Musk sugiriera ese precio, el cual terminó adecuando a $8 dólares, contestándole que: “¡Tenemos que pagar las facturas de alguna manera! Twitter no puede depender únicamente de los anunciantes. ¿Qué tal 8 dólares?”.
Sin duda Elon, como magnate y empresario, sabe mejor que nadie que los negocios deben ser rentables y, en este caso, Twitter, a su manera de ver, no lo es, por lo que desde el inicio de su administración ha comenzado con cambios drásticos como era de esperarse. Y es que no sólo el incremento en el precio de su suscripción y la necesidad de la misma para mantener la palomita azul han llamado la atención, sino que recientemente también despidió a todo su gabinete de administración, además de al CEO de la compañía, Parag Agrawal y varios directivos más. La empresa mediante un comunicado informó que estos cambios estaban incluidos en el acuerdo de adquisición que se firmó el pasado mes de abril, y el mismo Musk tuiteó que eso es solamente temporal. Bien dice el dicho que grandes cambios requieren grandes sacrificios, sacrificios que pagará en un inicio el 25% de los empleados de la compañía que serán destituidos de su puesto y eso sólamente en una tentativa primera ronda de recortes, según el Washington Post, quien cita a una fuente familiarizada con el tema. Muchos personajes han mostrado su descontento con las acciones que el CEO de SpaceX ha comenzado a ejecutar durante el inicio de la era Musk delante de Twitter, otros más, como el expresidente de Estados Unidos Donald Trump aseguraron: “estoy muy feliz de que Twitter ahora esté en buenas manos”, recordando que Trump está vetado de la red social por la anterior administración. ¿Será que hay qué destruir para volver a construir o simplemente es el comienzo del fin de una era? ¿Usted qué opina?