A inicios de esta semana empezó a correr un rumor muy fuerte en el que se asegura un acercamiento de Ricardo Mejía Berdeja al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para postularse por este partido político a la candidatura para gobernador de Coahuila en las elecciones de este año, luego de que tanto el Partido del Trabajo (PT) como el propio PVEM lanzaran una invitación al aún subsecretario de Seguridad Pública Federal para trabajar con ellos aprovechando su claro disgusto por la elección de Armando Guadiana como candidato directo de Morena en Coahuila, cuando ya estaba cantado que Berdeja “sería el bueno” y, al parecer, apoyado por el mismo presidente del ejecutivo Andrés Manuel López Obrador. Ante esto, la dirigencia estatal del Movimiento de Regeneración Nacional descartó dicho rumor pero, a su vez, no descartó la salida de Berdeja del partido, lo cual deja mucho para la imaginación.
Por si lo anterior fuera poco, el propio Ricardo Mejía emitió mediante su página de Facebook una transmisión en vivo el lunes por la noche, en la que a grandes rasgos acusa al Congreso de Coahuila de avalar el pasado 21 de diciembre un incremento en la deuda “disfrazado de renegociación, reestructuración y refinanciamiento” que va en contra de la constitución del estado. Acusa también que es una clara intención del Revolucionario Institucional de financiar a toda costa la campaña de Manolo Jiménez, a quien hizo referencia diciendo que “aunque Manuelito se vista de seda, es Moreira”, para rematar diciendo que “habrá noticias” en un claro mensaje de su búsqueda a toda costa de alcanzar el “hueso” que se le prometió. Incluso, al final de su mensaje saluda al PT, PVEM, UDC, entre otros, incluido Morena.
Sin embargo y contrario a lo que se puede pensar, aquí no acaba la cosa, ya que el mismo lunes Marlenne Caña de Mejía, esposa del subsecretario, atacó en redes sociales directamente a Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena, a quien acusa de corrupto y cínico después de que este colgara una imagen en su cuenta de Instagram que pregona la honestidad y la verdad, además de catalogarlo como el que destruyó la credibilidad de su partido, dejando en claro que el descontento por haber elegido a Armando Guadiana como candidato y por haberle dicho a Berdeja que siempre no, es claramente un acto de corrupción, aún cuando todo esto se determinó tanto en elecciones internas como en opinión de la ciudadanía. Para bien o para mal, aún cuando AMLO tenía el dedazo puesto sobre Mejía, no le quedó de otra que desistir al ver los resultados de las encuestas para no caer él mismo en una contradicción más, pero con lo que no contaba el presidente era que el descontento de Berdeja llegaría más allá de lo que había imaginado.
El quebrantamiento de Morena en el estado es el comienzo del fin y fue propiciado por el mismo Andrés Manuel López Obrador, quien desde un principio quiso, de manera autoritaria, imponer a un candidato que realmente nadie conocía en Coahuila; las pancartas y paredes pintadas a lo largo y ancho del territorio coahuilense en apoyo a Ricardo Mejía como una descarada campaña anticipada son prueba fehaciente de ello. Lo cierto es que si Morena tenía una posibilidad de quitar del poder por primera vez al Revolucionario Institucional, la acaba de desmembrar poniendo al descubierto el claro quebrantamiento que existe al interior de su partido y, de ser cierto el rumor, muchos de los votos con los que se quedaría Morena se perderán en el Partido Verde, dando una más amplia ventaja a Manolo Mejía, quien camina a paso lento pero seguro y sobre todo sin escándalos rumbo a esta campaña para elegir al próximo gobernador de Coahuila. ¿O usted qué opina?