Recuerda…
“Será como mi… (Tío, hermano, padre, héroe, etc.)”. Cuando por alguna razón en el momento en que estamos en el vientre de nuestra madre, ésta empieza a pensar que ojala seamos como algún pariente o conocido suyo, a quien quiere o aprecia mucho. Este pensamiento puede ser con toda conciencia o bien, sin que ella se dé cuenta de su sentimiento.
Luego sucede que tenemos un hijo de ocho, diez o quince años, que por alguna causa se muere, accidente, enfermedad o suicidio y se embaraza la mamá y todo lo que ella quiere es que sea hombre para reponer al hijo que se murió.
Si el hijo desaparecido se llamaba “Luís Miguel” al nuevo niño le ponen “Miguel Ángel”, “Miguel Eduardo”, etc., etc., pero no tan solo le ponen el mismo nombre del difunto, le ponen la vida del difunto: “Si tu hermano Luís Miguel viviera”. “Porque no te pareces a tu hermano que se murió, él sí que era muy inteligente”, etc.
Cada vez ese niño deberá “ser” y “actuar” como el difunto, empezara a vivir la vida del que ni siquiera conoció, pero aun cuando no quiera, tendrá que ser como él. Si aquel individuo era de determinada manera, ahora nos empezara a manejar, sin que nosotros podamos hacer nada. Así que, haga un verdadero análisis de sus acciones, de sus impulsos y vea si no está siendo manejado por esa programación: “deberá ser como…”
Conocimos el caso de un ingeniero que por una enfermedad mal cuidada falleció a la edad de treinta y tres años y su esposa que estaba embarazada, ¿cómo creen que se iría a llamar el hijo que tendría? Exactamente igual que el padre y ¿qué creen que pasó con este hijo a la edad precisamente de treinta y tres años? ¡También murió!.
Ahora hay un caso muy patético acerca de las consecuencias que puede tener sobre una persona esta programación. ¿Usted vio en la televisión o en el periódico a ese artista del ambiente nacional, que se llamó Cruz Infante? ¿Lo oyó cantar? ¿A quién se parecía? A Pedro Infante, ¿verdad? Pues usted sabe que era el hijo de Pedro Infante, pero ¿sabía que su madre se dice que era una de las amas de llaves que Pedro tenía?
¿Puede usted imaginar a esa mujer de pueblo, tener para ella sola al ídolo más grande que ha existido en nuestro cine nacional? Y luego se da cuenta que ha quedado embarazada, ¿Cuál cree usted que habrán sido todos sus pensamientos? –Que sea igual que mi Pedro- ¿Y no salió Igualito?
En alguna ocasión lo veía yo cantando en un programa de hoy mismo con Guillermo Ochoa, ahí explicó que su verdadero nombre era Pedro Infante, solo que por razones artísticas, él se puso Cruz, pues su padre fue Hijo de Delfino Infante García y de Refugio Cruz Aranda, nació el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa, México. Su nombre completo fue José Pedro Infante Cruz, así que solo lo invirtió.
Memo Ochoa le decía. “Que bien imita usted a su padre Crucito”. Pues tenía también un parecido increíble con este ídolo de ídolos (Pedro Infante) las mismas entradas, la misma tesitura de la voz, el mismo grito, el mismo desplante. Y este le decía, perdóneme Don Memo, pero yo no imito a nadie, yo soy yo. ¿Sabe usted como muere Cruz Infante? En un accidente automovilístico, a la misma edad en que murió Pedro Infante y en el pináculo de la fama también. Él tenía que vivir la vida de su padre.
Otra situación que luego sucede, es el caso de esa jovencita que se enamora de su novio. Ese amor pasional que solo una vez se presenta en la vida de las mujeres, ese amor con el que sueñan a todas horas del día, del que hacen castillos, ilusiones rosas, que solo están pensando en el bendito día en que habrán de desposarse con ese hombre y con el que, según ellas, habrán de ser felices para toda la vida.
Pero a veces pasa, que el muchacho por alguna razón no se casa con ella (se murió, se fue de la ciudad, embarazó a otra mujer y se tuvo que casar, etc., etc.,) y la muchacha por despecho, por rencor, o porque “se tiene que casar” se une a otro hombre.
Pero cuando está haciendo el amor con su marido, ¿En quién estará pensando? -Ojala y este hombre fuera aquel muchacho que quise tanto- se dice para sus adentros. Ese pensamiento se empieza a hacer una obsesión.
Y en ese momento queda embarazada, ¿A quién creen que se va a parecer el niño? ¡En el hombre en el que ella pensaba! Me tocó ver el caso de una joven señora que en cierto momento de su vida, casi perdió la razón.
Ella estaba muy enamorada de un joven con el que tenía planes de matrimonio, pero ese día, por alguna razón se disgustaron y pelearon. A ella la invitaron a una fiesta y por darle celos o molestar a su novio, decidió ir a dicha reunión sin avisarle. En el baile, empezó a tomar bebidas embriagantes y ahí conoció a un hombre, mucho mayor que ella y estuvieron bailando toda la noche y ella seguía tomando. En cierto momento se sintió algo mareada, por lo que decidió retirarse a dormir a su casa.
El hombre aquel, se ofreció a llevarla en su propio automóvil. Ella aceptó, se subió al coche y ahí se quedó dormida. Cuando se despertó estaba en la cama de un motel, desnuda y a su lado estaba aquel hombre, que aprovechando la situación la hizo suya. La muchacha se sintió morir, como había pasado toda la noche fuera de su casa ya no quiso regresar y siendo que el hombre era soltero, decidió contraer matrimonio.
Este hombre resulto un marido ejemplar, muy trabajador, a ella la trataba muy bien, ella empezó a quererlo, pero no olvidaba ni por un momento a su antiguo novio. De tal manera cuando se da cuenta que ha quedado embarazada, todas las noches, que las pasaba en vela, con los ojos llenos de lágrimas, pensaba: ¿Por qué este hijo que llevo en mis entrañas no es (de aquel novio)? Y este pensamiento se empieza a hacer una obsesión, una idea martirizante.
Cuando nace el niño, el asombro de ella es que tiene muchos de los rasgos físicos del novio, pero conforme va pasando el tiempo y el niño empieza a desarrollarse, el parecido es cada vez más asombroso, pues ahora no solo son los rasgos físicos, sino sus ademanes, su manera de mirar, su sonrisa, etc., etc., de tal manera que aquel amor, es cada vez más patético, hasta que empieza a hacer estragos en la mente de la señora, pues aquella “idea”: -¿Por qué este niño no es de...?- prácticamente se había convertido en realidad.
Esta misma situación puede suceder, cuando la señora embarazada asiste a un espectáculo y se enamora del actor principal e inconscientemente pide con mucha emoción: -¡Ojala mi hijo se parezca a él!- o bien al estar leyendo un libro o novela y el héroe del libro se convierte en una obsesión, también puede influir en la vida posterior del niño.
Hay un libro de Luís Spota, que se llama “La carcajada del gato” donde la trama de la novela se desarrolla en una fortaleza donde vive una pareja. El hombre tiene que salir a realizar algunos negocios y su ausencia dura varias semanas, por lo que la esposa tiene que vivir dentro de esas murallas totalmente sola. De pronto empieza a sentir como si alguien la observará y cuando descubre quien es, se impresiona, pues se trata de un gato, que la mira con unos ojos llenos de deseo sexual.
Poco a poco se empiezan a aceptar uno al otro, hasta que llega el momento en que el gato se deja acariciar, le ronronea de una manera muy tierna, que hace que ella lo mire, y le hable, y lo trate como si fuera una persona.
Cuando el esposo llega, el gato se ausenta y vuelve a aparecer cuando él se va. Cuando la señora quedo embarazada, el gato duerme entre sus brazos, no se le retira ni un momento y llega a convertirse en una parte muy importante para ella.
La situación dramática se presenta cuando llega el momento del parto y nace un varoncito. Es un niño con una mirada felina, las orejas terminadas en punta, conforme empieza a crecer, sus movimientos son cada vez más gatunos, pues casi no hace ruido al caminar. Cada vez parece más un gato.
Desde luego que esta es una novela, pero por lo que hemos visto, creo que debe de haber mucho de cierto, pues hay personas que tienen mucho parecido a ciertos animales, que luego les ponen de apodo aquello a los que parecen: “El caballo”, “El gato”, “El pato”, etc. Observe a las mascotas de las personas y frecuentemente hay un parecido entre estas y sus dueños.
Más adelante veremos lo referente a los apodos. Pues ya veíamos anteriormente una frase que dice “Lo que pensamos con la conciencia puede estar en desacuerdo total con lo que realmente deseamos, pensamos o sentimos dentro de nuestro verdadero yo”.
Conscientemente, con nuestros cinco sentidos deseamos ardientemente una cosa pero si dentro de nosotros, a través de las programaciones infantiles o como dice el Dr. Hubbard en su libro de Dianética los “Engrams”, nos dicen otra cosa, así será nuestra actuación.
Le sugiero, que haga una lista muy personal, muy secreta de todas esas cosas que usted siente que están mal en su vida. O que tal vez no siente, pero que usted sabe que no están bien, por ejemplo: Porque siempre llega tarde a su trabajo, a sus citas, a las fiestas, a los viajes, a una entrevista de negocios, un trámite ante una dependencia oficial, etc.
Porque a veces les pega a sus hijos de una manera compulsiva, que después se arrepiente, y por más que quisiera usted no ser así, algo lo impulsa.
¿Por qué no puede tener el éxito económico que usted tanto busca afanosamente? Y por más que trabaja, que inicia negocio tras negocio, siempre algo sale mal y la situación cada vez se empeora.
Porque siempre tiene que estar detrás de las mujeres, tener una amante, y otra y otra y por más que usted se dice así mismo: -¡Ya no vuelvo a cometer este error! Pronto ya anda en las mismas.
Porque cada vez se tiene que enfermar, cuando no de una terrible gripe, un fuerte dolor de cabeza, un brazo que se le duerme, una rodilla que no flexiona, etc. Y por más médicos y medicinas, la enfermedad siempre vuelve. En fin todo aquello que a partir de esta lectura le empiece a inquietar.
Una vez que tenga una lista, pídale a su mente que le empiece a mandar la información del porqué de todas esas situaciones. Lo que va a suceder, es que de pronto, usted recibirá una especie de luces, de explosión dentro de su mente y de pronto todo lo verá muy claro. Eso quiere decir que ya ha “concientizado” sus programaciones… Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es
“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 740 artículos de su interés: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/familia
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
TORREON, COAH. MÉXICO
MMXXIII