Recuerda…
“Ahora sin involucrar a los demás, tomare mis decisiones con toda conciencia y para mi beneficio”. Sin involucrar a los demás... Ya no le vamos a echar la culpa a nadie, ni a nuestro padre, nuestra madre, etc., de lo que nos hizo o nos dijo, pues eso ya está en el pasado, lo que los demás digan no me maneja.
Tomaré mis decisiones con toda conciencia…. Es decir, con todo conocimiento de causa, sabiendo exactamente qué es lo que quiero, pensando bien.
Para mi beneficio…. ahora pensaré primero en mí, qué es lo mejor que me conviene, ahora seré un poco más egoísta, primero seré yo y mi felicidad.
La realidad es que todo lo que hemos decidido en nuestra vida, lo hemos hecho de una manera inconsciente, y en lo que menos hemos pensado, ha sido nuestro propio beneficio.
Una mujer de aproximadamente treinta y dos años de edad, con ocho de casada, no podía tener familia, visitaba todos los especialistas que le recomendaban, se hacía análisis, estudios, etc., y estos indicaban que sus órganos sexuales estaban en perfectas condiciones. Y su médico familiar le aseguraba en tono amistoso, “Nada mas con que su esposo la vea, puede quedar embarazada usted”.
Pero la verdad es que el tiempo pasaba y su objetivo de ser madre no se realizaba. Ella asistió al curso de “Actitud de Clase Mundial” o “Psicología Motivacional” que en realidad es el mismo con diferente nombre y entonces pudo comprender su situación, pudo concientizar cual era la decisión que había formulado en su vida, que era la causante de su “aparente” esterilidad y además quiso perdonar y perdonarse a sí misma, pudo al fin, concebir y dar a luz a un precioso baroncito.
La historia se escribía así: Ella era una de las hijas menores de una familia muy numerosa, que vivían en una extrema pobreza, su vivienda era un solo cuarto que hacía las veces de sala, cocina, recamara y comedor. Aquella noche no hubo nada para cenar, se acostaron con hambre, todos tendidos en el suelo (como siempre) ella sentía un hambre terrible, no podía dormir, las tripas le gruñían, quería algo, pero no había nada.
Cuando consideró que todos dormían, sigilosamente se levantó, fue poco a poco hacía la estufa de petróleo que se encontraba sobre la mesa, en un rincón del cuarto, a ver, si de casualidad, encontraba aunque fuera un pedazo de tortilla dura, un pan, algo!!! Pero en aquella humilde y desvencijada mesa no se encontraba ningún alimento que llevarse a la boca.
Aquí, en ese instante, aquella precoz niña de escasos cuatro años, hizo la siguiente decisión: “Cuando yo crezca, nunca voy a tener hijos, para que no sufran hambre como yo!!!”; “Cuando yo crezca…” ahora ya es una mujer, está perfectamente casada, su posición económica es magnifica, ahora puede mantener y dar de comer a los hijos que sea, pero algo en su interior no se lo permite.
Anteriormente hicimos referencia a una frase, que ahora le recuerdo: “Lo que pensamos con la conciencia, puede estar en desacuerdo total, con lo que realmente deseamos, pensamos o sentimos dentro de nuestro verdadero yo”. Esta mujer, conscientemente, quería tener hijos, pero su verdadero yo, en su subconsciente, la orden es otra, -“No tener hijos para que no sufran”-.
Cuando ella pudo concientizar verdaderamente cual era la razón de su problema y pasó el tiempo, un día vino a visitarme a mi oficina, con un precioso niño en brazos, para que lo conociera.
Ing. German, tengo a mi esposo y soy muy feliz en mi matrimonio, -dijo entre alegría y broma- pero este niño, de alguna manera se lo debo a usted. Concluyó feliz aquella reciente mamá.
Otro participante a este proceso mental o cambio de actitud, me comentaba un caso similar con una hija suya. Me decía aquel buen hombre, que cuando su hija nació, como era el primer hijo que él esperaba, quería que fuera hombrecito. Pero al momento de nacer y enterarse que era una niña, muy decepcionado, se quejó de su mala suerte, de tal manera que cuando la niña empezó a crecer, él la trataba como un niño. La vestía de hombre, se la llevaba al trabajo con él, le enseñaba puros juegos de hombre, en fin, en ella estaba logrando su deseo, de tener un hijo.
Yo me sentía muy ufano –relataba emocionado- cuando estaba con un grupo de compañeros de trabajo o amigos cuando llegaba mi hija y yo le preguntaba para que me contestara frente a los demás: “¿Usted es mi hija o mi hijo?” – ¡Mi hijo papá, mi hijo!!- Contestaba con mucho orgullo aquella niña.
Conforme pasaron los años, la niña, al fin mujer, se le desarrollo su figura, le crecieron sus senos, sus caderas se ensancharon, se tornearon sus piernas, su cara y pelo se hicieron muy agradables a la vista y lo que tenía que suceder, un día se enamoró de un chico de su edad y se casaron.
Pero empezó a correr el tiempo, ese que nunca se detiene, pasaron los años, y viene el peregrinar de especialistas, de hospital a hospital, y los tratamientos médicos no se hicieron esperar. Que si las hormonas, que si inyecciones, que si reposo, etc., y nada de resultados.
Luego sucedía que a veces tenía todos los síntomas del embarazo, pues dejaba de menstruar, sentía náuseas, vómitos, etc., y se ponía muy contenta, porque ahora sí ya podía decir que “Por fin se había embarazado”. Pero cuando el ginecólogo hacía los análisis pertinentes, todo resultaba falso.
¿Qué fue lo que realmente pasó con esta joven señora? Que tanto fue su deseo de ser “Mi hijo” de ser el “niño” que tanto deseaba su padre, que inconscientemente así lo había “decidido” y ahora, aun cuando ella quería cumplir su función de mujer, su subconsciente no se lo permitía.
Tal vez usted tenga conocimiento de casos parecidos, o que no encuentre la explicación a ciertas situaciones que le están sucediendo, pero tenga la seguridad que se debe a “Una decisión” tomada sin conciencia y en lugar de ser beneficio, es todo lo contrario.
Pero recordemos que todo esto está en el pasado, que ya no lo podemos cambiar, y ahora que ya podemos concientizar nuestra situación, podemos cambiar (o reprogramar) nuestra vida, que ya no podemos, ni debemos, seguir siendo manejados por esas ideas, por esas frases, por esos juicios que tanto daño nos han hecho.
Veamos nuestra vida, nuestro tiempo del que aún podemos disponer, hagamos un verdadero plan de acción para que lo aprovechemos al máximo y no nos arruinemos la felicidad nuestra y la de los que nos rodean.
Como lo hemos estado analizando, nuestra enfermedades, fracasos económicos, fracasos sexuales, desviaciones sexuales, fracasos sentimentales, celos, accidentes, etc., es decir, todo lo que nos pasa, la causa (aun cuando no la queramos) está dentro de nosotros, por lo mismo, la solución también está dentro de nosotros.
Por lo tanto ahora dependerá de usted mismo si quiere seguir allí, o salir adelante, en el problema que usted tenga y que le seguirá causando molestias, infelicidad, angustias, hasta en tanto usted decida lo contrario.
Recuerda que en la segunda definición que da el diccionario de lo que significa decisión, dice: b). firmeza de carácter, entereza, energía. Por lo tanto ahora con esa firmeza, con ese carácter y con esa energía usted podrá cambiar el rumbo de su vida.
En la Unión Americana, donde para todo llevan estadísticas, dicen que lo que se pierde por las decisiones mal tomadas, no significa ni el 1% de lo que se pierde por “No tomar” ninguna decisión, pues cuando usted toma alguna decisión y se equivoca, usted sabe (o puede saber) cuanto le costó el error, pero además, podrá corregir la falla, tomar en cuanta aquello que no funcionó, cambiar directrices, y ahora sí tener el éxito y obtener beneficios, pero ¿Cuándo no se toma ninguna acción? ¿Cómo podemos medir los resultados? ¿Qué podemos corregir? NADA!!!!
Así que a usted, que ha llegado hasta aquí, le doy las gracias por haberme puesto atención y seguir página a página, por haber puesto atención a cada concepto expuesto, y espero verlo personalmente el día de la publicación de mi libro “Despertar…es”. Mientras tanto le invito a que haga el siguiente ejercicio: En una hoja, escriba lo que usted considere que no está funcionando bien en; A). Su estado físico; sus órganos, su vista, su presión sanguínea, su laringe, sus pies, sus rodillas, etc., (hágase una radiografía mental) y dígale, como si se tratara de otra persona; “Ya basta de que me estés haciendo sufrir, ahora vas a estar en perfecto estado de salud”. Es mi decisión definitiva estar perfectamente saludable. O bien, frases que usted mismo se le puedan ocurrir, pero que lleven este mismo mensaje de salud y armonía en su cuerpo físico.
B). En su estado social: Sus relaciones familiares, sus relaciones con sus compañeros de trabajo, sus relaciones sociales con amigos o compañeros de algún club o equipo deportivo, sus relaciones sociales con sus vecinos, en fin con todas las personas con las que de una u otra forma tengan trato con usted.
Una joven chica llamada Patty, relata una experiencia que ella tuvo en unas de sus clases de preparatoria dada por su profesor, el Dr. Ramírez. Al Dr. Ramírez lo conocían por sus lecciones objetivas. Un día particular, Patty llegó a sus clases y sabía que iba a ser un día de diversión. En la pared estaba un blanco grande, y en una mesa próxima estaban muchos dardos... El Dr. Ramírez les dijo a los estudiantes que dibujaran la foto de una persona que no les gustara, o de alguien que los haya puesto furiosos, y él les dejaría tirar los dardos a esa foto. La amiga de Patty dibujó una foto de una muchacha que le había robado a su novio. Otra amiga dibujó la foto de su hermanito. Patty dibujó una foto de un amigo anterior, poniendo muchos detalles en su dibujo, hasta le dibujó las espinillas de la cara. Patty estuvo satisfecha con el efecto que ella había alcanzado. Se alineó en la fila para tirar los dardos. Algunos de los estudiantes lanzaron sus dardos con tal fuerza que sus blancos fueron rasgados. Patty miraba adelante en espera de su turno, y entonces se llenó de decepción cuando el Dr. Ramírez, debido a límites de tiempo, pidió que los estudiantes volvieran a sus asientos. Cuando se sentó con el pensamiento de que estaba muy enojada porque ella no tuvo la oportunidad de lanzar ningún dardo al blanco, el Dr. Ramírez comenzó a quitar los blancos de la pared. Por debajo del blanco estaba una foto de JESÚS. Un silencio cayó sobre el salón de clases mientras que cada estudiante vio la desmantelada foto de Jesús los agujeros y las marcas dentadas cubrieron su cara, y sus ojos fueron perforados. El Dr. Ramírez dijo solamente estas palabras, "Si a uno de tus semejantes le haces daño, me lo haces a Mí". Mateo 25:40. No había necesidad de otras palabras; las lágrimas llenaron los ojos de los estudiantes, centrados solamente en el cuadro de Cristo. Dijo: "Si estás avergonzado de mí, yo estaré avergonzado delante de mi Padre".
Si alguna persona lo ha estado molestando, si ha tenido algún roce o desavenencia, cuando se acueste a dormir, tráigalo a su pensamiento, póngalo frente a usted y dígale mentalmente: “Ya basta de esta situación!!!, ya no me hará daño tu manera de ser, te perdono sinceramente tus ofensas, ahora yo tengo el poder!!!”, o bien, frases o conceptos que le permitan tener un control mayor de esa desagradable situación.
Aquí le voy a dar un consejo, cuando usted este molesto con alguien, no diga: Él o ella me hace enojar. Porque de esta manera usted está reconociendo que él o ella tienen el poder sobre usted y lo van a manejar como ellos quieran, mejor diga: Yo me enojo porque quiero. Con esto usted sentirá que nadie tiene el control sobre usted pero además, usted podrá “decidir” si le conviene o no enojarse o alterarse.
… Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es
“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 770 artículos de su interés: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/familia
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
TORREON, COAH. MÉXICO
MMXXIV