Recuerda…
“No siempre obtenemos lo que queremos, pero sí, definitivamente lo que esperamos”. Cuantas veces pedimos algo, que no quisiéramos que nos sucediera, pero que en nuestro interior, inconscientemente es lo que sabemos que va a suceder. Por ejemplo: anda el niño para arriba y para abajo en la escalera, no le ha pasado nada en toda la mañana, pero en cuanto lo ve la mamá luego, luego le grita o piensa para sí misma. ¡Se va a caer! ¿Y qué es lo que pasa? Se cae, y la mamá ¿quiere que se caiga? Pues ¡No! Pero ¿qué es lo que está esperando?
Otra situación: vamos al cine, dejamos el automóvil en alguna calle obscura y solitaria. Cuando lo cerramos con llave, nos viene el pensamiento: a ver si no le roban algo. Y esa es nuestra preocupación toda la función.
Cuando salimos del cine, llegamos al auto y nos percatamos que efectivamente le falta alguna parte y solo decimos: ¡Ya lo presentía! ¿Nosotros queríamos que nos robaran algo? –No- ¿Pero que estábamos esperando?
“Lo que temo eso me llega, lo que me atemoriza eso me atrapa”. Cuando tememos algo, empezamos a generar una energía a nuestro alrededor en torno a aquella idea que tanto tememos y como el temor es una de las emociones más fuertes que poseemos en nuestro subconsciente, pronto se convierte en realidad (la ley de atracción que se maneja en el tema “The Secret”).
Tal vez esto sea la causa de esos “inexplicables” accidentes en que el auto es arrollado por el ferrocarril, pues siendo un instante de diferencia entre el paso del automóvil sobre las vías del ferrocarril, ese “instante” se convierte en una “eternidad” y el impacto se realiza con los trágicos resultados que todos conocemos.
El automovilista piensa que alcanza a pasar antes que el tren, pero inconscientemente está pensando “a ver si no alcanzo a pasar” Y como esto lo piensa con temor, “crea” todas las condiciones para que su subconsciente tenga la razón.
Así que cuidado con esos pensamientos negativos que nos asaltan cuando debemos salir a carretera, pues a veces, sin quererlo, empezamos a “creer” que nos vamos a accidentar, que se nos reventará un neumático, que nos infraccionará un agente de tránsito, que se nos acabará la gasolina, etc., y a no dudarlo, cualquiera de esas cosas nos sucederán.
Lo mejor es visualizar nuestro viaje realizado con toda felicidad, que llegamos a nuestro destino sin ningún contratiempo. Eso créalo, espérelo, convénzase y a no dudarlo, eso ¡sucederá! (Ley de atracción “The Secret”).
Cuando el niño está subiendo y bajando la escalera durante toda la mañana, sin que le pase nada, solo basta con que lo vea la mamá, para que le grite: “te vas a caer” y todavía no lo acaba de decir, cuando el niño, por alguna extraña razón, de pronto pierde el equilibrio y se cae.
Cuando está en el suelo, llorando del dolor, todavía tiene que soportar el pellizco o el coscorrón que con mucho coraje le propina su mamá y al mismo tiempo le dice –Te lo dije, ¡que te ibas a caer de la escalera!-
Lo que la mamá no sabe, es que en ese momento, está condicionada la mente del niño, y de ahí en adelante, cada vez que por alguna razón tenga que subir “una escalera”, en un momento dado, la orden le va a llegar y por reflejo condicionado se “tendrá” que “caer”, ya no importa de qué escalera se trate, puede ser de una escalera física o una subjetiva.
Esa es la razón de muchos de los fracasos económicos y sociales de muchas personas que no pueden subir la “escalera del éxito” en la vida. Empiezan por un pequeño escalón, luego suben al siguiente y cuando están más o menos alto, algo sucede y pronto caen hasta abajo.
Se vuelven a acomodar en la vida, empiezan de nuevo, el ascenso ahora sí parece más firme que la primera vez, vuelven a adquirir altura, y de nueva cuenta, algo vuelve a suceder y otra vez “abajo”.
Lo que no comprendemos, es que traemos dentro de nosotros “una escalera” que no debemos ascender. Así que si algo parecido a esto le está sucediendo, haga un análisis de sus frases, condicionamientos que le han puesto en su mente y vea que eso es lo que ha sucedido.
Una señora me confesaba que ella era “alérgica” a los gatos, que no podía ni verlos de lejos. Cuando por alguna razón un gato se cruzaba con ella, eso era motivo para que no pudiera dormir, pues cuando empezaba a dormirse, veía venir hacía ella miles de gatos que le maullaban, la arañaban y despertaba sobresaltada, empapada en sudor frío, por el terrible miedo que sentía.
Todo inició cuando ella era muy pequeña, a la edad de tres o cuatro años. Se había muerto alguien de la familia, y todos se fueron a la funeraria, y a los niños los dejaron a cargo de la abuela. Como eran varios niños, empezaron a hacer desorden y la abuela por más que trataba de controlarlos, era casi imposible, ante aquella energía desbordada de los pequeños, por lo tanto urdió una manera de tenerlos controlados. Sin que los niños se dieran cuenta, ella se puso una máscara de gato, se colocó una sábana sobre los hombros, acomodó unos trastos de lámina apilados uno sobre otro, los atoró con un cordón, en cierto momento les apagó la luz, dio un brinco a la habitación dónde estaba la algarabía de los niños, tiró del cordón, los trastos se cayeron al suelo haciendo gran estrépito y ella dio un grito ensordecedor. De tal manera que los niños quedaron mudos del asombro, pues la abuela les había dicho con todo el coraje y la impotencia que sentía: - ¡¡Sí no se están silencios, va a venir el diablo y se los va a llevar!! – “Va a venir el diablo” -. De tal manera que cuando los niños vieron que las tinieblas invadieron la habitación, oyeron aquel tremendo estruendo de los trastos, y observaron asombrados aquel monstruo con cara de gato, inmediatamente corrieron a refugiarse en la recamara, pero a nuestra amiga el terror la paralizó, y la buena anciana con ademanes grotescos, se fue acercando poco a poco, fingiendo una voz de ultratumba: - ¡¡Vengo a llevarte!! - ¡¡Por no hacerle caso a tu abuela te voy a llevar conmigo!!
Aquí la mente de la niña sufrió un tremendo shock, pues ella todo lo que veía era una horrible cara de gato que se le iba acercando poco a poco. Por eso ahora cuando ve a un gato que se le acerca, ella no sabe por qué, pero en su mente, se vuelve a vivir aquella tremenda pesadilla, así que cuando se acuesta a dormir, en su subconsciente, todo lo que oye es: - “¡Vengo a llevarte al infierno!” – y despierta en un momento sobresaltada y sudando frío del miedo.
Cuántas veces los padres, no cuidamos esos detalles y llevamos a cabo acciones, que pudieron significar una barrera en el desarrollo de la vida de los hijos, que pudieran acabar con su felicidad.
Un día acompañaba a un amigo mío, transitábamos en su automóvil, cuando se nos adelantó un agente de tránsito en motocicleta. Mi amigo empezó a temblar, y a sudar frío, a tal grado que tuvo que hacerse a un lado de la calle y parar su automóvil porque en ese momento quedó casi paralizado. - ¿Qué te sucede?- Pregunté un tanto extrañado. – No sé qué me pasa Germán - me confesó – Cada vez que veo un hombre con uniforme, me sucede lo que acabas de presenciar, y no importa qué tipo de uniforme sea, hasta con los vigilantes bancarios, siento esta sensación. – Haz consciente cuando tus padres te asustaron con el “Policía” – Le aconsejé - ¡Siempre! – Casi se le iluminó la cara – Inclusive un día que caminaba con mi madre, algo hice, y en ese momento pasaba un policía, y mi madre me aventó hacía él quien siguiendo la broma, me cogió del brazo bruscamente y fingió que me iba a llevar con él – Dijo mi amigo sollozando. – Pues aquí está tu problema – le aseguré – Lo que pasa es que cuando vez un uniforme tu mente se traslada a aquel día, y vuelves a sentir el miedo de que te llevará el policía.
Y así, podría contarle infinidad de anécdotas, que a través del curso me comentan los participantes, situaciones que si usted quiere pueden llevarnos a la risa, inclusive a veces hago referencia a alguno de ellos, los presentes se ríen, pero para la persona que está pasando por ese problema o situación, no es para nada gracioso, sino todo lo contrario.
Cuando hicimos aquella frase en los primeros capítulos: “VOY A SER CONSCIENTE DE TODO LO QUE ESTOY DICIENDO, HACIENDO, PENSANDO, OYENDO O SINTIENDO”, ¿Se acuerdan? Pero ahora la pregunta es: ¿Qué quiere decir ser consciente? Pues ser consciente quiere decir, -Saber a ciencia cierta- es decir, llegar al fondo del porqué de las cosas, lo que no es nada fácil, pues la mente, en un acto reflejo, trata de ocultar todo aquello que le ha hecho daño, y no nos deja llegar al fondo de las cosas.
Es por eso que cada capítulo debe leerse con todo detenimiento, si es posible, varias veces, pero más que leerlo, meditarlo y tratar de ver en cada ejemplo, cada frase, qué nos quiere decir en lo personal a nosotros.
Esta es una de las reglas del curso, cuando iniciamos siempre les digo: “No oigan nada más lo que digo, sino véanlo en su vida, qué les está diciendo a cada uno”. Y algunas personas cuando se acaba el curso me hacen el comentario muy personal, - Parece que me estaba retratando Ing. De la Cruz –. Pues se identifican plenamente con cada uno de los ejemplos y anécdotas del curso.
Ojala, usted, haya analizado detenidamente, la parte correspondiente a nuestras “programaciones” y “grabaciones”, que dentro de este tema de “origen, causa y efecto (1ª Parte)” estamos tratando y que cada uno de nosotros pueda comprender, para que le sea posible salir del hoyo en que a veces nos encontramos.
Recuerde aquella frase que vimos en un principio de esta serie: “¿Si mi situación actual depende de mí pasado, y mi pasado no lo puedo cambiar, estaré sentenciado a seguir así?”, es decir, si nos programaron o nos grabaron de cierta manera, todo lo que tenemos que hacer es concientizar dicha situación, saber exactamente qué fue lo que sucedió, cambiar nuestro punto de vista y sacar de nosotros esas “ordenes” para que ya no nos sigan manejando… Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es
“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 750 artículos de su interés: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/familia
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
TORREON, COAH. MÉXICO
MMXXIV