¨Decisión

German de la Cruz Carrizales
German de la Cruz Carrizales

 Recuerda…

Decisión. ¿Qué es una decisión? El diccionario lo define de la siguiente manera: a) Determinación o acuerdo que se toma en una cosa dudosa. b) Firmeza de carácter, entereza, energía. c) Sentencia dictada por un tribunal.

Si pudiéramos ser verdaderamente conscientes de lo que a ciencia cierta ha pasado en nuestra vida, nos daríamos cuenta que todo se ha debido a que nosotros (consciente o inconscientemente) así lo decidimos.

“Determinación o acuerdo que se toma en una cosa...” en este momento le pido que cierre sus ojos y recuerde lo que hemos dicho de la “Programación”. Cuando comentábamos que lo que la madre o el padre piensan mientras el bebé está en el vientre, éste lo recibe como una orden tajante y así queda programado para toda su vida.

Imagínese que a usted o a mí, nos programaron para parecernos a alguien: “Deberá ser igual que su padre, tío, abuelo, etc.” Cuando nacimos, por alguna razón, algunos de los rasgos físicos, comportamientos, etc., se parecerán a la persona que nos lo indicaron, de tal manera que cuando comenzamos a crecer, como los parientes o conocidos, nos empiezan a recalcar esta programación de una manera constante.

Míralo, si no le perdió ni qué, ¡igualito que su abuelo! Aquí empieza lo que llamamos “Grabación”, es decir, con esto confirmamos la programación, de tal manera que ahora es doblemente fuerte el impacto psicológico en nuestra mente.

Ahora él hace la idea en su subconsciente. Debo parecerme a mí... abuelo, tío, etc., pero esto no será nada más en lo físico, sino que además en su comportamiento, actitudes, limitaciones, desviaciones, etc.

En base a esa idea, además, seremos manejados por lo que analizamos anteriormente y que llamamos “Juicio”. Pues ahora, aun cuando por un lado nos sentimos bien con nuestra manera de ser, “allá” dentro de nosotros, quisiéramos no ser ni actuar como aquel que tanto nos han marcado y que “manejará” nuestra vida. Por lo tanto ahora llegamos al momento de nuestra propia decisión, ahora deberemos determinar o acordar por nosotros mismos si seguimos pareciéndonos, actuando y comportándonos como aquel a quien nos han grabado o ahora seremos nosotros por nosotros mismos.

“Nada sucede mientras no se tome la decisión con mucha emoción”. Es decir, si no hacemos un verdadero esfuerzo, si no aceleramos nuestras químicas, si no lo ejecutamos con mucho coraje nunca saldremos de nuestra trampa. 

Mientras no nos digamos con mucho coraje, con un fuerte grito a nosotros mismos: (¡Ya basta!, ¡Ya está bueno!, ¡Ahora yo soy yo!, ¡Ya nada me podrá manejar!, etc.) Todo seguirá igual. De tal manera, que si usted está siendo manejado por una situación, por una enfermedad, por la pobreza, por las acciones de los demás, haga el siguiente ejercicio, con toda sinceridad, con mucha emoción.

Enciérrese en su recamara, en un baño, sálgase al campo, etc., es decir, donde pueda estar solo, sin que nadie lo perturbe o le limite en sus expresiones y dígase a sí mismo: “!Ya basta de estar enfermo, ya déjame disfrutar la vida!”, “!Ya basta de que me maneje la situación de mí... Suegra, esposo(a), amigos, hijos, aquel agresor, adicción, miedo, etc.! Ahora voy a gozar la vida!!” Señor, yo confió en ti y te entrego esta carga tan pesada que he venido cargando hasta hoy!!” cualquier situación que le esté impidiendo disfrutar la vida.

Haga este ejercicio varias veces por varios días, hasta que esta decisión sea lo suficientemente fuerte ahora para contrarrestar aquella que fue la que lo llevó a la situación que ahora lo está limitando.

Esta es la razón que le recomendé anteriormente, que cuando usted estuviera despertando, dijera las frases de acondicionamiento: “Hoy arreglaré todos mis asuntos satisfactoriamente”, “Donde yo esté habrá paz y armonía”, “Pensamientos y actitudes negativos no tendrán influencia en mí”, “No accidentaré, ni me accidentarán, ni me accidentaré”, “Por cada peso que necesite gastar, recibiré dos o más”, “Un balance perfecto en todos mis niveles de vida”…. ¿Los recuerda?

Dicho esto, se levanta, se mete al baño y grita tres veces con mucha fuerza ¨¡Que entusiasmado estoy!” pues cuando usted está diciendo todas estas frases de acondicionamiento, su mente está aceptando la idea, pero cuando usted le da “la emoción” con el grito, esas frases se harán realidad más pronto de lo que usted pueda imaginar (Ley de atracción “The Secret”).

Muchos de los asistentes a mis seminarios y talleres se resisten a hacer este ejercicio en su hogar porque temen que los tilden de locos, que su pareja se burle, que sus hijos se asusten, entonces les recomiendo que el grito lo hagan en su automóvil, en la bodega, etc., pero que de alguna manera sientan esa emoción en lo más profundo de nuestra alma (que nuestras químicas se alteren) para que sus ideas se realicen.

 Tal vez usted pueda utilizar otras palabras, otros conceptos, etc., eso no importa, la forma de decirlo puede ser todo lo personal que usted quiera, lo importante es que su mente y su subconsciente tengan un objetivo definido.

La realidad es que todo lo que ha sucedido en la vida (bueno o malo) se ha debido a que así lo decidimos nosotros, pero desgraciadamente no lo hemos hecho en forma consciente.

A uno de mis seminarios asistió una señora, que tenía  el problema con un hijo de quince años que aún se orinaba en la cama. Se le había hecho toda la lucha posible por corregir esa situación, tratamientos médicos, castigos, reproches, incentivos, etc., pero él se seguía orinando en la cama.

Cuando ella pudo ver, a través del proceso que manejábamos, que posiblemente el origen de su mal se encontraba en un evento psicológico lo mando a mi oficina a platicar conmigo. Cuando estuvo presente, platicamos un buen rato, y como en casi todos los casos su ego se defendía y no quería aflorar su problema y reconocer su “enfermedad”.

Por fin, al observarlo más detenidamente, me di cuenta que su cara, sus facciones y gestos eran las de un “viejito” no obstante tratarse de casi un niño. En ese momento, tal vez me llegó la inspiración y le pregunte de manera directa: ¿Desde cuándo te dicen “viejo”? le dije mirándolo a los ojos. ¡No me diga viejo! Se levantó apretando los puños con una mirada llena de rabia y casi fuera de sí.

No te estoy diciendo, te estoy preguntando que desde cuando te dicen. Le conteste en un tono amable y conciliador. “Pues siempre me han dicho así, y me da ¡mucho coraje!! Contestó casi, llorando de impotencia.

Pues aquí está tu “trampa” le dije, tratando de hacerle consciente su decisión. Como a ti te molesta que te digan “viejo”, tu decidiste inconscientemente demostrarles que no lo eres, y tu subconsciente encontró que la mejor forma de hacerlo, era orinándote en la cama como cuando eras un “niño”. Una vez que este joven hizo consciente su situación, ahora él podía cambiar su decisión.

El ejemplo que vimos lo mencioné cuando vimos lo de los apodos, sin embargo creo que en esta parte del tema es importante resaltar que tal vez el hecho de poner apodos a los niños pueda ser motivo de algo tan complicado o molesto como el caso que relatamos anteriormente o bien, que no se tenga ninguna consecuencia grave, todo va a depender de la decisión que él tome.

Que le puede pasar a mi hijo, -me decía un agresivo padre en un curso- si yo siempre le digo “bandido” Tal vez nada –le contesté- o tal vez cuando él sea grande, lo tenga que ir a visitar a la prisión. Por eso lo mejor es ser consciente de lo que estamos diciendo. 

Ahora ¿Qué hago con mi hijo? Me preguntaba una angustiada madre. ¿Qué pasa con su hijo? Fíjese que cuando a mi hijo le salieron sus dientes de leche, los  frontales le salieron primero y se veía tan curioso, con sus únicos dientes al frente, que le empezaron a decir “conejito” –me confesó casi llorando esa atribulada madre.

Cuando mudó y le salieron los dientes definitivos, por alguna razón, los del frente le salieron más anchos y grandes y al niño le daba pena reír, para que no se le vieran los dientes, por lo que se mantenía con los labios apretados, pero ahora inconscientemente, hace un gesto muy especial, levanta el labio superior, mostrando sus grandes dientes, -continuó relatando esta señora- 

Y le siguen diciendo “conejo” –le pregunte nuevamente- Sí!!! Aseveró aquella mujer.

Pero ahora lo más dramático del caso, es que cuando duerme, rechina los dientes muy fuerte como si fuera conejo, y cuando me acerco para despertarlo, reacciona muy agresivamente.

Tal vez en este caso, el niño, inconscientemente decidió hacerles caso a sus mayores y aceptar la idea de que él era un conejo!!.

¿Recuerda que le he estado recomendando repetidas veces, que haga un “diario” de todos los eventos de su vida, anotando en éste los pasajes tal y como se le vayan viniendo a la mente, y cuando ya tenga una buena cantidad de esos recursos, haga un análisis de los mismos, buscando el factor común?

Bueno, ahora busque también aquellos apodos, aquellas frases hirientes, aquellos hechos traumáticos que pudieron haber marcado su vida, vea que eso está en el pasado, que ya no tiene por qué seguirlo manejando, perdone a quien le marco su vida, y sobretodo perdónese a sí mismo por haber decidido hacer caso y dejar que lo manejaran de la manera como lo hicieron. Cuando tenga una oportunidad de asistir a algún seminario conmigo, con diario en mano seguramente le sacaremos juntos mucho provecho, deshaciéndonos de aquello que no nos deja vivir la vida como quisiéramos en el fondo de nosotros mismos.

Un caso muy interesante que vi muy de cerca, fue el de una señorita de aproximadamente 18 años, alcohólica, lesbiana y con tendencias suicidas.

El médico que la estaba tratando me la envió a mi oficina, para que tuviera una plática previa con ella y viera cuál podría ser su problema. Después de varias entrevistas y de platicar además con la madre de ella, llegamos al momento en que esta dama tomó su gran decisión.

Cuando la niña nació, el padre tenía  cinco años de alcohólico, y las relaciones familiares no eran muy buenas, como es de suponerse. Un día, la madre estaba amamantando a su niña, que entonces tenía dos o tres meses de nacida, cuando llegó el padre, en estado de embriaguez, se acercó a ellas y empezó a acariciarle el seno a la señora.

Ella sintió un deseo sexual y haciendo a un lado a aquella inocente criatura, tuvo relaciones sexuales con su esposo en presencia de su hija, quien al “sentir” aquella situación tomó la siguiente “decisión” que marcó para siempre el rumbo de su vida: “Para que mi madre me quiera debo ser hombre”, “Mi madre me rechazó por un borracho de tal manera que yo debo ser “alcohólica”, “De ahora en adelante buscaré siempre el seno de mi madre”.

Conforme aquella niña empezó a crecer, fue adquiriendo la apariencia de un hombre, pues usaba ropa masculina, de la más tosca que podía encontrar, los zapatos eran botas o zapatones de los más fuertes, su mirada era de una agresividad marcada, su cutis muy ajado, sin ningún cuidado, en fin, toda su apariencia denotaba un terrible coraje contra alguien.

La pista más desconcertante, pero a la vez la que más me indicaba cual podría ser su causa, era que a ella le gustaban las mujeres y de alguna manera conseguía tener amigas que le satisficieran su gusto, pero solo aceptaba que le desnudaran hasta la cintura, si alguna de ellas quería hacerlo totalmente allí mismo terminaba su relación.

Ella solo quería acariciar los senos de sus amantes, tocarlos, mamarlos y eso era todo su deseo. Cuando andaba en estado de embriaguez y por alguna casualidad, veía su imagen reflejada en un espejo o en un vidrio, sentía un terrible coraje contra ella misma, de un puñetazo lo rompía y en los restos del vidrio que quedaban, se restregaba las muñecas de ambos brazos para cortarse las venas y desangrarse hasta morir.

De tal manera que casi siempre se le veía con vendas alrededor de sus muñecas, pues apenas estaba sanando de las heridas cuando ya estaba provocándose otras.

Cuando pudo y quiso concientizar aquel evento de su vida, cuando a la edad de dos o tres meses, su madre la rechazo por aquel alcohólico y pudimos reconstruir cual había sido su decisión, ella pudo cambiar su actitud. 

Habían pasado algunos días, cuando la madre de esta joven me llamó por teléfono: “No sé cómo podré pagarle lo que hizo por mi hija Ing. Germán, ahora por primera vez se vistió de mujer, se maquilló, se peinó, y lo más importante, regaló a los hombres del camión recolector de la basura, toda su ropa y zapatos de hombre.

Se le notaba la alegría en la voz a aquella bendita madre. Por eso, también debemos traer a nuestra mente aquellos eventos que tal vez no recordemos por nosotros mismos, pero que a través de las pláticas con nuestros parientes, conocidos, etc., nos puedan aclarar la razón de nuestros desequilibrios… Dios te bendice y te acoge!!!

Despertar…es

“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 770 artículos de su interés: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/familia

 

“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
                                                                          TORREON, COAH. MÉXICO

                                                                                         MMXXIV

 

 

 

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