Recuerda…
Ahora analizaremos detenidamente qué fue lo que sucedió en nuestra mente desde el momento de nuestro nacimiento, hasta los cuatro años de edad.
Quiero decirle, que todo lo que ha pasado por nuestra vida, todos nuestros problemas, todos nuestros fracasos (o éxitos), nuestras enfermedades, accidentes, etc., tienen su origen desde el momento en que fuimos concebidos hasta los cuatro años.
Encontrando a ciencia cierta, cual es el verdadero origen de nuestra actitud, el problema (no importa cuál sea) desaparecerá y podremos vivir y disfrutar verdaderamente nuestra vida.
“No sirves para nada”. Cuando el niño nace y empieza a experimentar la vida, los mayores queremos que actúen como si ya tuvieran todo el conocimiento, toda la educación, toda la conciencia y toda la experiencia de cómo deben hacerse las cosas de tal manera que cuando se equivoca y comete un error, no esperamos más y le empezamos a decir con voz fuerte, si no es que a grito abierto: ¡No sirves para nada! – Eres un inútil-, -burro-, -menso-, -idiota-, -baboso-, -tarado- o palabras altisonantes, para que comprenda su error, pero no sabemos, que su mente que es como un disco duro virgen, y queda grabada para siempre con esas palabras.
De ahí en adelante, aun cuando quiera hacer las cosas bien, es cuando su disco duro mental empieza a funcionar y le viene la orden: ¡No sirves para nada! Y él inconscientemente, tiene que actuar de esa manera.
Tal vez a usted no le hablaron con esas palabras, tal vez sus padres no se expresaron con palabras fuertes, pero hay situaciones más sutiles para hacernos sentir que no servimos para nada.
Una burla por un trabajo mal hecho, un desprecio hacia una actividad del niño. Cuantas veces el pequeño hijo juega algún deporte, donde destaca y sus padres no asisten al parque o cancha a verlo jugar.
Éste niño ve como los padres de sus compañeros están presentes, los alientan, los motivan, los consuelan y solo a él no hay quien lo abrace, le diga algo positivo y entonces es cuando empieza a sentir que no es importante, que no merece la atención de sus padres y de ahí en adelante, habrá de quedar el resentimiento para toda la vida.
Otra situación que debemos concientizar, es cuando el niño asiste a la escuela, y como esta manejado por la orden de no servir para nada, empieza a tener problemas con las clases, con los maestros, con los compañeros y su acondicionamiento mental no es lo suficientemente bueno para pasar de año, empieza a flojear en sus clases, el maestro lo castiga, le llama la atención frente a los demás compañeros y la orden “No sirves para nada” se vuelve a reforzar.
Ahora ya es una persona adulta, ya está en alguna empresa como empleado, las cosas le empiezan a salir mal, ahora con los jefes que de una manera u otra lo hacen sentir que no es útil lo relegan a actividades poco interesantes, no le dan las oportunidades adecuadas, y cuando estas se presentan, algo sucede mal y la oportunidad se esfuma y nuevamente vuelve a sentir ahora con toda fuerza de la conciencia: “No sirves para nada”.
Y esta actitud se va a reflejar en todas las actividades de la vida: como ciudadano, como esposo(a), como hijo, como padre, como deportista, como estudiante, y todo, porque en un momento de coraje o de desesperación sus padres así lo hicieron sentir.
También las frases hirientes pueden tener la misma consecuencia, el mismo resultado, es por eso que es tan importante el ser consciente de lo que decimos, porque para el niño, todo lo que su padre le dice es una verdad y el niño debe de hacerle caso, él no puede hacer quedar mal a sus padres, si ellos piensan o creen que él es un inútil, así debe actuar siempre en la vida.
No sé si usted ha observado ciertos niños que cuando están de visita en alguna casa, su comportamiento es muy normal, todo lo hacen bien, no presentan ningún problema, se llevan bien con los demás niños, comen solos, no molestan en lo más mínimo pero en cuanto llega el padre o la madre, inmediatamente empieza una actitud hostil, se le caen las cosas, rompen las flores, se pelean con otros niños, etc., y la anfitriona le dice a la mama del niño: “qué raro, mientras estuvo solo no tuvimos ningún problema”.
Un asistente a un seminario me hacia el siguiente comentario: “Fíjese que mi hijo juega beis bol, y dicen que lo hace muy bien, batea y fildea de maravilla, pero que no sepa que estoy viéndolo jugar, porque inmediatamente empieza a cometer errores, o deja que lo ponchen cuando esta al bat, pero ahora comprendo que yo siempre lo he tratado de inútil, de ¡bueno para nada!
Otro de los problemas que se pueden presentar, y que posiblemente nos manejan toda la vida, es cuando el padre hace sentir al hijo que es un inútil y éste decide demostrar todo lo contrario.
De ahí en adelante se convierte en una obsesión, que lo llevará a demostrar constantemente e impulsivamente a todo el mundo que él sí puede. Así que por favor le pido que haga un análisis de su situación actual. ¿No será que muchos de sus fracasos o éxitos, se deberán a aquel reto que usted se marcó de demostrar que sí servía?… Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es
“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 750 artículos de su interés: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/familia
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
TORREON, COAH. MÉXICO
MMXXIV