La noche triste

La noche triste 

Mi total solidaridad con la familia de la señora Maribel Mercado Gallegos que lamentablemente falleció en el incidente inaceptable a las afueras del estadio del Santos Laguna. 

Los hechos acontecidos a las afueras del TSM en donde murió una señora que viajaba por primera vez con grupos de animación de Rayados son de las noticias más tristes que se han dado en eventos deportivos de nuestra comarca. Opinar en caliente y con la mala costumbre de culpar de inmediato a nuestras autoridades o en este caso al Club Santos Laguna es un error. Estos lamentables hechos tienen su detonante en lo podrida que lamentablemente está ya nuestra sociedad, la normalización de la violencia y el poco respeto a la vida. 

No es de ninguna manera falta de empatía ni revictimizar sacar conclusiones según como se dieron los hechos además de lo que puntualmente han informado Santos, autoridades municipales y fiscalía estatal. Lo fácil, insisto, es culpar a dependencias y al Club Santos. Los lamentables hechos se dieron mucho tiempo después de que el partido terminó y las puertas del TSM se cerraron. El camión de los grupos de animación de Rayados estaba cerca de donde estaban. No me explico qué seguían haciendo ahí expuestos prácticamente en la calle. Si, es lamentable que no se pueda estar tranquilamente en la banqueta comiendo un elote antes de irse a tu camión, pero así nos tocó vivir y hay que tomar precauciones. La policía no puede estar dos horas cuidando a un grupo de animación que no se ha retirado quién sabe por qué. 

Seguramente la Señora fallecida y su familia que viajaban por primera vez, estaban haciendo lo que les decían o simplemente se mantenían con el grupo con el que viajaron, tristemente creo que eso sucedió. Los únicos culpables aquí son las personas de la camioneta, quien la conducía principalmente. Queda en la labor de las autoridades de investigación llegar a la conclusión vía periciales si fue un acto con dolo o imprudencial. 

Grupo Orlegi se ha caracterizado por tomar muy en serio los protocolos de seguridad en los estadios. No se les puede culpar de nada por el incidente del pasado domingo. También la autoridad municipal hizo lo que tenía que hacer según las circunstancias y los tiempos del evento deportivo que ya había concluido. 

Esto nos debe doler mucho como sociedad y tomar conciencia de que vamos por el peor camino. Basta de culpar a los demás de un problema que nosotros no resolvemos ni en nuestro entorno más inmediato. 

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