Identidad es individualidad, pues se refiere a esos rasgos y cualidades que definen a una persona, sus intereses, sus gustos, sus prioridades, sus actitudes, pero también la forma como se percibe a sí misma y hasta cómo expresa todo esto al mundo o frente a la gente a su alrededor. Esas características particulares de su forma de ser impactan en sus relaciones sociales, familiares o laborales; por eso es que no hay dos personas iguales, porque cada quien marca su rumbo a partir de sus experiencias, vivencias, anhelos, intereses y motivaciones.
Cuando alguien no tiene claro quién es, cuando busca respuestas en otros dada la insatisfacción que tiene consigo mismo o cuando al no estar a gusto con su vida quiere tener lo que tienen los demás, manifiesta un problema de falta de consciencia de sí mismo, de ausencia de autoconfianza, de inseguridad, de carencia de capacidad de comprensión y autocomprensión que le impide realizarse como persona, con la consiguiente deriva de dependencia hacia otros, dando pie a una actitud tóxica y destructiva, porque la admiración y búsqueda de seguridad en el otro puede convertirse en celos, envidia, imitación y éstos transformarse en obsesión y manía.
Lo anterior es un componente social en ascenso dada la proliferación de políticas de mercado que impulsan la idea de la individualidad extrema, en donde no importa el sexo, edad, raza, color de piel, educación o cultura en general para tener el supuesto derecho a la felicidad eterna y absoluta, aunada a las prácticas también culturales de negar el pasado histórico y las diferencias entre los grupos sociales determinadas por sus condiciones de vida. El resultado es la existencia de jóvenes y niños que crecen sin referentes éticos de conducta que terminan conduciéndolos a la ausencia de identidad personal y a la pérdida del sentido de la vida.
La película Mujer soltera busca (EUA, 1992) lo ejemplifica con tino, pues si bien se desenvuelve en el género del suspenso y el drama, deja en el camino esbozos que ahondan en cómo se presenta la actitud controladora y depredadora en que pueden caer las personas en ese afán de tener vida propia exitosa. Dirigida por Barbet Schroeder y escrita por Don Roos a partir de la novela literaria homónima de John Lutz, la cinta está protagonizada por Bridget Fonda, Jennifer Jason Leigh, Steven Weber y Peter Friedman.
La historia sigue a Allie, una ingeniera informática que tras terminar una relación de pareja con su novio Sam por una infidelidad de parte de él, decide buscar una compañera de departamento, es decir, alguien que se mude a vivir con ella para compartir los gastos, aunque en el caso de Allie, para más bien evitar la soledad, sintiéndose incapaz de estar consigo misma luego de la decepción amorosa. Una personalidad dependiente porque rechaza la relación amorosa pero siente nostalgia y quiere recuperarla; la búsqueda de una compañera para vivir opera como un escudo para alejar al exnovio, lo cual es infantil e inútil.
Es así que conoce a Hady, una joven aparentemente amable y pasiva que peca de servicial y de insegura, por tanto, parece inofensiva y débil, además de que admira a Allie sobremanera, pues ésta se presenta como alguien decidida, capaz, amable, moderna, exitosa y bonita. Ambas son opuestos absolutos y eso da pie a que parezca que una toma el mando y la otra acata.
Nada sabe Allie en ese momento que todo se trata de una estrategia de manipulación de Hady para tomar sigilosamente el control sobre su vida, de una manera posesiva y radical. Hady lo esconde o disfraza bien, elogiando, casi venerando a Allie, alabando su estilo de vida, forma de vestir y hasta forma de ser, como si la inspirara a aprender de ella, de modo que cuando comienza a copiarla en todo, parece un cumplido, una forma de expresar su admiración.
Hady se adentra en la rutina de Allie para aislarla y se sirve de lazos emocionales, por ejemplo, contando selectivamente detalles sobre su pasado que toca fibras emocionales sobre pérdida y desdicha, para convencer a la otra de que están ‘en el mismo canal’, de que hay empatía y una solidaridad que se sostiene en provocar la misericordia. La manipulación está muy bien reflejada aquí, la aparente bondad que sólo sirve para que la otra baje la guardia y la supuesta admiración plantada para que Allie se sienta culpable si sus palabras o actitudes resultan en una forma de distanciamiento o rechazo hacia la otra.
Allie no se da cuenta de nada sino hasta que la situación comienza a hacerse más personal y Hady intenta entrometerse menos sutilmente y más abiertamente sobre sus asuntos personales, opinando sobre su ex novio o tomando decisiones sobre lo que tiene o no que hacer en lo relacionado a su empleo, amigos, ropa o hasta actitud, tomando una postura más como de amantes, hermanas, amigas o familia, en lugar de solamente conocidas.
Eventualmente Hady termina por copiar absolutamente todo sobre la otra: su ropa, su corte de cabello, su forma de hablar y demás formas de conducta. Pero la pregunta clave no es sólo por qué Hady copia todo de Allie, sino por qué Allie tarda tanto en darse cuenta y hacer algo. Es ahí donde la cinta ejemplifica bien la actitud depredadora y evasiva de Hady, que manipula cuando sus respuestas son vagas a las preguntas que se le hacen, cuando actúa como la víctima ante cualquier confrontación o diálogo substancial sobre su persona, o cuando se presenta como la respuesta a todas las dudas y problemas de la otra hasta volverse, al menos aparentemente, indispensable en su vida.
Hay muchas razones por las que una persona copia todo de los demás y Hady cubre la mayoría: buscan aceptación y admiración, quieren agradar y sentir que hay una valía en ellos, midiendo su autovaloración en función de cómo perciben que la gente juzga y trata a ese individuo a quien están imitando. Pero también hay celos, competitividad, envidia y resentimiento. Hady quiere ser Allie, quiere tener lo que ella tiene y lograr lo que ella logra, no sólo porque quiere ser como ella, sino porque quiere ‘ser ella’. En el caso de la película, además, las cosas van más allá, Hady quiere pertenecer, formar parte de algo, así que también anhela que Allie la admire y aprecie tanto como hace con ella. El problema es que este anhelo de ser parte de la vida de alguien, de ser además aceptado y correspondido, es expresión de una incapacidad cognitiva para saber ser quien eres, de no poder encontrar tu valía personal; en breve, una persona enajenada de sí misma, un ser extraño a su persona. ¿Un trastornado mental? No se afirma, aunque la narrativa lo insinúa.
Si bien la historia se concentra en la obsesión de Hady producto de un sentimiento de culpa a partir de la muerte de su hermana gemela cuando eran niñas y el deseo de ‘substituirla’ con alguien como Allie, este esbozo también permite reflexionar sobre la culpa y el problema del molde social lleno de absolutos, sin áreas grises o flexibilidad, que le repite a las personas que en esta vida se trata de ‘ganar’: o se consigue lo que se quiere y se continúa presionando hasta que suceda, o no eres nadie.
En cuyo caso, si el mundo no es justo, ¿sólo el injusto y el abusivo logran salir a flote en esta vida? No suena como lo moralmente correcto pero es lo más común que sucede en la sociedad actual: el que no toma y se aprovecha, es víctima de quien sí lo hace; y aquí Allie está muy acostumbrada a dejar que la gente tome, pero además que tomen ‘de ella’; aunque hay una línea muy delgada entre empatía y solidaridad o dejar que los demás se aprovechen de su buena voluntad. Alzar la voz y protestar también puede ser lo correcto de hacer, si las circunstancias lo ameritan, que es algo que Allie tarda en entender a raíz de su actitud pasiva y la falta de coraje que inicialmente rige su comportamiento.
En la dinámica que plantea la película, todo comienza porque después de la ruptura con su pareja, Allie decide que no puede estar sola y pasa de una relación codependiente a otra. Hady se adentra fácilmente en su vida y espacio personal porque Allie no sabe cómo poner límites y barreras, pero se puede ser amable sin permitir al otro ser intrusivo. Es sólo que Allie no tiene esa fuerza de carácter para poner un alto, queriendo evitar la confrontación y el contrapeso. La experiencia le hace darse cuenta que hay gente que sobrevive de aprovecharse de los demás, de explotarlos o sofocarlos, como parásitos de sus huéspedes, sanguijuelas.
Las apariencias engañan, dice el dicho y es lo que explora la película, porque Hady parece ser la compañera perfecta, la amiga perfecta, la persona que siempre está ahí para Allie cuando la necesita. Si es demasiado bueno para ser verdad, es porque no lo es, diría otro dicho. Quizá ese sea el problema para ambos personajes, pensar que todo puede ser perfecto; pero la vida no funciona así, hay altibajos, conflictos, caídas, errores y sinsabores. Si no lo logran entender entonces siempre se sentirán menospreciadas, ignoradas; “Estoy cansada de no ser nada” dice en algún momento una de las protagonistas.
De alguna forma el reto para Allie es que no sabe bien cómo lidiar con la confrontación y los baches de la vida, por eso busca refugio en otras personas cuando las cosas se le dificultan; y no es que esté mal apoyarse en otros, pero no puede esperar que ellos la sostengan en momentos clave, si no dónde queda ella, toda vez que su propio destino no deja de estar en sus manos. Si su novio le fue infiel, tiene que procesar lo sucedido y atravesar el duelo, pero si busca apego inmediato en una nueva persona, afecto quizá no amoroso pero al menos fraternal, ella está ligando sus propias emociones a las de los demás y eso no le permite avanzar.
Asimismo Hady no es muy diferente; la película esboza un trauma de la infancia en el que su hermana gemela falleció y ella resiente el peso de que todos la culparan de este hecho. Desde el punto de vista práctico ella quiere ‘substituir’ a su hermana con Allie, de ahí esa fijación obsesiva que además ha repetido ya en ocasiones anteriores con otras mujeres, pero las cosas van mucho más allá, porque todo viene de cómo ella se sentía y percibía en función de su gemela cuando eran niñas.
Hady no sólo siente resentimiento porque sus padres le dijeran que la muerte de su hermana fue su culpa, sino que, además de que quizá sea cierto, es posible que el rencor hubiera empezado por la envidia y aversión que tenía para con su hermana. Hady cuenta que siempre estuvo a la sombra de su gemela, personas idénticas que, sin embargo, son totalmente diferentes, pero además porque según ella, la otra era la buena, la bonita, la exitosa y la celebrada por todos.
Entonces no sólo Hady quiere ocupar ese vacío con Allie, sino que traslada esos sentimientos de envidia y celos que sentía por su hermana hacia la ‘substituta’, todo con el objetivo de controlar las cosas, sobresalir y poner a la otra por debajo suyo, ya que siempre la vio, o percibió, venerada en un pedestal. Allie es exitosa y apreciada, por tanto, ella representa precisamente el molde que Hady tiene de su hermana; su misión, como con su gemela, es superarla, demostrar que la quiere pero que puede ser más que ella.
Si no puede ser más exitosa y más bonita, y no porque ‘no pueda’ sino porque es más fácil hacerse la víctima con careta de inocente, su solución es copiar e imitar a la persona de enfrente y, eventualmente, desplazarla, tomar su lugar, vivir la vida de la otra: no obstante, eso no le da identidad propia y el problema se perpetúa, pues ella también se vuelve codependiente del objeto de su admiración, de Allie, en este caso.
De eso habla en el fondo la historia, de querer tener, de acaparar, de ganar, triunfar y conseguir siempre a costa del otro, viendo al resto del mundo como escalones para lograrlo. No es más que la epítome de la maldad y crueldad humana, la avaricia, la envidia y el resentimiento, que muchas veces es producto de un molde social competitivo y de supervivencia repetido una y otra vez: ganador y perdedor, víctima y presa, parásito y huésped. En simultáneo está presente el problema de los límites: ¿hasta donde estas dispuesto a llegar con tal de obtener lo que deseas? Sin referentes morales el final puede ser literalmente mortal.
Ficha técnica: Mujer soltera busca - Single White Female