Recuerda…
“No sirves para nada!!”. Nos lo dicen nuestros padres, los maestros, los parientes, etc.
Damos por hecho, creemos que es verdad, aceptamos la idea y ahora ya no hacemos nada para comprobar si es verdad o mentira, sencillamente actuamos bajo esta creencia y desde luego que nos empiezan a suceder cosas para que la orden sea confirmada, cada vez más y más, hasta que nos convertimos en unos inútiles.
Solo que ahora sabemos que si le cambiamos, que así como funcionó la idea negativa, con el mismo poder, puede actuar la idea positiva.
Como lo hemos estado analizando en esta parte del tema, esas “frases inocentes” a veces se quedan en nuestro subconsciente marcadas como un fuego.
Luego los padres, con tal de ordenar la conducta de sus hijos, le “marcan el rumbo” en la vida con gestos o frases, que con el correr del tiempo empieza a significar una forma y una manera de actuar, y que aún cuando esto signifique infelicidad o limitaciones, no podamos cambiarlo.
Viene a mi memoria el caso de un joven, que siendo el mayor de la familia y como es muy común en casi todos los casos, lleva el mismo nombre de su padre. El señor, ante los ojos de su esposa, siempre fue una nulidad. Tanto como padre de familia, como responsable de su hogar, etc., y murió cuando su hijo era aún muy pequeño.
La madre, sin saber hasta donde iría a llegar la consecuencia de la vida del niño, le dijo la siguiente frase que quedó marcada en el subconsciente de una manera indeleble: “¡Ahora tú eres el hombre de la casa!”, “¡Ahora tu eres el responsable de la familia!”
Ese fue el motivo o la razón de que ese joven no pudiera tener, ni disfrutar una niñez común en los chicos de esa edad sino que siempre tuvo que trabajar para sostener a su madre y a una hermana menor.
Como no pudo estudiar una carrera profesional, las labores que desempeñaba eran tareas humildes, y desde luego mal remuneradas, por lo que el dinero que llevaba a su hogar no era suficiente para cubrir los gastos más necesarios y su madre y su hermana le exigían cada vez más y más.
Al ver la madre, que el joven no podía satisfacer tanta necesidad que existía en aquel hogar, pronuncio otra sentencia fatal, otra frase apabullante que acabó de marcar aquella vida: “Eres igual que tu padre, un inútil, un bueno para nada!!!”. En su afán de ganar un poco más, este joven ingresó a trabajar en una empresa grande, desde luego que desempeñando labores humildes, como mozo repartidor.
Con la primera orden que él había recibido y que guardaba en su mente de: “Ahora tú eres el responsable”, su trabajo lo empezó a desarrollar de una forma muy atinada y diligentemente, por lo que en un corto lapso, fue ascendiendo a un puesto de supervisor dentro de la planta.
Por supuesto que él estaba muy contento, porque su salario se había incrementado y podía de alguna manera, mejorar la vida de su madre y de su hermana. Pero aún no cumplía los tres meses en su nuevo puesto como jefe de una línea de producción cuando sufrió un accidente muy grave en su mano derecha, en el que tuvieron que amputarle varios dedeos, y una parte importante de la mano.
Después de este accidente tuvo que pasar cinco meses internado en el hospital, cuando lo dieron de alta, la empresa lo volvió a instalar en el mismo puesto, pues por su responsabilidad y dedicación, estaban muy contentos con su desempeño, solo que la mano amputada le causaba un dolor intenso, que tenía que estar constantemente bajo los efectos de la droga, que de una manera inexplicable no daba ningún resultado, por lo que tenía que estar prácticamente en inactividad, recluido en su hogar quejándose a gritos de aquel dolor.
Cuando él, a través de este proceso mental, comprendió cuál era su conflicto, pudo salir adelante y ahora ya no tan solo no siente dolor, sino que ha sido promovido cada vez más en su trabajo.
Esta era la realidad de aquel joven, él traía en su mente una orden: “Eres el responsable” y por otro lado, y tal vez con más fuerza y más coraje traía grabada otra frase más destructiva; “Eres un inútil”. Cuando conscientemente él estaba siendo útil, estaba siendo responsable, las cosas estaban saliendo bien, de alguna manera el subconsciente lo llevó a la máquina que le ocasiono el accidente, para cumplir aquella orden de su madre, “eres un inútil” y ahora tenía una nueva excusa para ser un inservible.
De tal manera que cuando fue operado de la mano, la empresa quiso volver a aprovechar sus servicios que eran por cierto muy valiosos, ahora ya no tenía que sufrir ningún accidente, pues ya la mente se había condicionado y encontrado una forma de cómo hacerlo un inútil, provocándole un intenso dolor físico.
Este juego interno, cada vez lo hacía sentir más inútil, mas inservible, lo que daba pie para quejarse cada vez mas de su suerte. Es por esto que debemos vigilar las frases con que a veces marcamos el rumbo de la vida de nuestros hijos.
Imagínese la cantidad de jóvenes que he conocido y tratado desde el año de 1991 a la fecha, particularmente aquellos que cuando la madre, ante la muerte del padre, le carga toda la responsabilidad del hogar y ellos sienten un mundo encima de ellos, que muchas veces hasta la espalda se les encorva y si este sentimiento no es concientizado oportunamente, con el tiempo, ira deformando la columna vertebral hasta hacerlos totalmente jorobados.
Así que si alguno de sus hijos siempre anda con los hombros caídos o la espalda doblada, vale más que sea usted consciente, de cuáles fueron las responsabilidades que usted le puso sobre su espalda.
Otra consecuencia grave de esta responsabilidad que ponemos en la mente por lo general del hijo (o hija) mayor, es que ahora ellos no se sienten solo “el hombre de la casa”, “el padre que ahora falta” sino que se convierten en el “padrastro” y su actitud ante sus hermanos menores es de una exigencia exagerada, de una disciplina férrea y no permitirán ninguna libertad, serán celosísimos de la honra del hogar, pedirán que se les guarde un respeto enfermizo, no aceptarán ninguna falta a la disciplina marcada por ellos, es decir, que aquel hogar se convertirá en un verdadero infierno. Así que cuide por favor que no esté pasando algo parecido en su familia.
Ahora sé que fue lo que pasó con mi hermano –me decía, un estudiante en uno de los cursos- cuando estábamos analizando esta parte correspondiente a las ideas que quedan grabadas en el subconsciente. Él nos compartía lo siguiente: Su padre, un hombre de 35 años llegaba a su casa dos o tres veces a la semana muy borracho y de una manera despiadada destruía muebles, cristalería, botellas, vociferaba, blasfemaba armando tremendo escándalo y desde luego, arremetía a golpes contra su indefensa esposa y los hijos que se atrevían a defenderla.
Los dos niños más pequeños, que entonces tenían tres y cinco años respectivamente, ante aquellas escenas dramáticas y ante el temor que también a ellos los golpeara aquel padre despiadado, temblando de miedo se escondían debajo de la cama y se abrazaban uno a otro y pedían a Dios que no los fuera a encontrar su padre.
El niño mayor escuchaba que su hermanito, temblando de miedo, murmuraba entre dientes: “Pero un día voy a crecer” repetía como un disco rayado, “Pero un día voy a crecer y vas a ver...”, “Pero un día voy a crecer y voy a defender a mi madre, y ya no la podrás golpear”.
Esta idea, cargada con aquella tremenda emoción, se grabó profundamente en el subconsciente del niño. Pasaron quince años de aquellas escenas casi constantes y aquel pequeño niño, que ahora tenía 18 años, por alguna razón se desarrolló físicamente de una manera extraordinaria, adquirió un cuerpo y una fuerza física superior a la de su hermano mayor.
Su padre, con el pasar de los años se regeneró, ya no ingería ningún tipo de bebida embriagante y se convirtió en una magnifica persona, aquellas escenas de gritos, ruidos estrepitosos quedaron atrás. Pero un día, en que aquellos hermanos que compartían la misma recamara, dormían a eso de las once de la noche, el papá llego del trabajo, la casa estaba a obscuras y para no despertar o molestar a su familia no encendió la luz y a tientas se dirigía a su recamara donde dormía ya su esposa y a quien trataba ya con mucho cariño, tal vez tratando de compensar los malos tratos anteriores.
Al pasar cerca de la mesa, tropezó con ella y unos frascos que estaban cerca de la orilla se vinieron al suelo estrellándose y rompiéndose estrepitosamente. La mayoría de los hijos se despertaron sobresaltados por el ruido ocasionado por los frascos al romperse, se encendieron las luces para ver qué era lo que había sucedido. Sin embargo, este muchacho no se despertó, pero en estado de sonambulismo se levantó y como un robot, tomó al padre del cuello y, lo golpeó sin compasión, abriéndole tremendas heridas en la boca, en las cejas, rompiéndole algunas piezas dentales, le fracturó varias costillas, lo bañó en sangre, con una furia tan tremenda, que ni sus hermanos ni su madre pudieron contenerlo.
Al fin, y después de mucho esfuerzo, lograron contenerlo y separarlo de aquella masa sangrienta en que era su padre, y como si en ese instante despertara de un sueño, no podía dar crédito a lo que sus ojos estaban observando: su padre tirado en un baño de sangre.
Lo que realmente sucedió en la mente de aquel joven, que al escuchar el estrépito de los frascos al romperse, su subconsciente se trasladó a la época en que aterrado oía y veía como su padre golpeaba a su madre y él solo repetía: “Pero un día voy a crecer, voy a defender a mi madre y ya no la vas a golpear más!” Y esta idea tuvo que realizarse!
Como estos casos, pudiéramos comentar muchísimos más, donde vemos como la frase que mencionamos anteriormente es toda una realidad: “Una vez que se acepta una idea en el subconsciente, actuamos en base a dicha idea” por lo que una vez más remarcamos el punto, busque en su mente subconsciente todas aquellas ideas que ha grabado y que ahora lo están llevando a no poder disfrutar la vida.
Veía una entrevista en la televisión, donde le hacían preguntas a un experto en psicología, acerca del comportamiento y trato a los niños, y este profesional recomendaba que cuando el niño se equivoca en algo o hiciera una travesura que tuviera ciertas consecuencias graves, no se le maltratara ni se le marcara fuertemente aquel hecho.
Pero cuando el niño lograra algún acierto, se le premiara con aplausos, frases positivas, con mucho jubilo, como si fuera la más grande hazaña que se hubiera realizado en la vida. ¿Qué es lo que se logra con esto? Que cuando el niño se equivoca y con toda calma le hacemos comprender cuál es la falta y le indicamos una mejora manera de hacer las cosas, le inculcamos la confianza en sí mismo. Pues cuando tienen aciertos los niños y se los aplaudimos, su mente subconsciente se condiciona para el éxito y él aceptará la idea de que es un triunfador y sin duda, eso será de ahí en adelante.
A uno de los directores técnicos que ha tenido la Selección Mexicana de fut bol, el extranjero Bora Milutinovic, le preguntaron que cual era su opinión del jugador mexicano, y él contestaba: “Creo que es tan bueno como el mejor, solo que ellos creen que no son buenos”, mi trabajo va a consistir en hacerlos sentir que vamos a ganar. Y los que lo han precedido han trabajado duro este aspecto, primordialmente el humano y la motivación, es el caso de cada uno de ellos y que han desempeñado papeles muy buenos y regulares pero con esa filosofía en la historia de la selección, usted recordará el papel que han desempeñado: Mario Velarde, Alberto Guerra, Cesar Luís Menotti, Miguel Mejía Barón, Manuel Lapuente, Enrique Meza, Javier Aguirre, Ricardo La Volpe, Hugo Sánchez y los que han sucedido hasta hoy día.
Y creo que tenía mucha razón, desgraciadamente muchos padres de familia, cuando sus hijos son pequeños, nunca los motivan cuando se hacen bien las cosas, ya que según ellos “se vuelan”, “se chiflan”, pero cuando algo sale mal, los castigan, los hacen sufrir verdaderos suplicios, los trauman, haciéndoles creer que nunca servirán para nada.
Otro de los problemas que a veces se generan dentro de la mente de los niños, por esas ideas negativas que de una u otra forma les imponemos, es el miedo. Miedo a tomar decisiones miedo a disfrutar la vida, miedo a aspirar a cosas grandes, miedo al sexo, miedo a las responsabilidades, etc.
Desde luego que a veces esos miedos no son por algo consciente, sino que son sembrados en nuestra mente, posiblemente desde el momento en que fuimos concebidos, motivo por el cual, comenzamos a actuar de una manera anormal, que nos llevará a un sinfín de desgracias y situaciones negativas que en muchos de los casos, si no son imposibles, si muy difíciles de remediar.
Para encontrar el verdadero problema, se requiere de mucha sinceridad de parte de los padres; que puedan reconocer y aceptar cual fue la situación que originó el desequilibrio en nuestra vida.
Al ver el siguiente caso tal vez pueda aclararnos o hacernos ver que pudo haber pasado y poder comprender nuestra propia vida: Una señorita asistía a un festejo en la empresa donde laboraba, ya que celebraban el cierre del ejercicio fiscal y con motivo de haber alcanzado los objetivos trazados, todo el personal, tanto ejecutivos como vendedores, estaban muy contentos y decidieron hacer una carne asada y baile, en que asistirían exclusivamente empleados con sus conyugues.
Nuestra heroína asistió sola y en la comida se entendió con uno de los compañeros, con quien estuvo bailando y desde luego en una forma más que de amigos, ella le dio a entender que podía esperar algo más de aquella situación.
Cuando pasaron las horas y la noche se vino encima, ella se sintió mal pues estuvo ingiriendo algo de licor, por lo que le solicitó al galán que la llevara a su casa, pues ella no tenía automóvil. Desde luego que él acepto de inmediato; al subir al auto, se recostó en el asiento, quedándose profundamente dormida. Cuando recuperó el conocimiento y abrió los ojos, se encontró semi-desnuda, en despoblado en el lecho de un arroyo y el hombre tratando de abusar sexualmente de ella.
En ese instante sintió un terrible miedo, un pavor exagerado que la inmovilizó, por no poder defenderse, pues al querer hacerlo, él la estrujaba y la apretaba más, sosteniéndola firmemente de la cintura, decidiendo permanecer inmóvil para que pasara rápido aquel momento terrible que la estaba marcando para toda su vida, pues al estar ella en aquel estado de somnolencia y el estado de excitación de él, la defensa de su honra era casi imposible.
Ella le hablaba firmemente, pidiendo que la dejara en paz, grito una y otra vez pidiendo auxilio, pero nadie la escucho y fue violada de una forma criminal y abandonada en aquel sitio despoblado además de quedar embarazada. Después de este hecho nunca le comentó a nadie por miedo, prejuicios y por temor a que nadie le creyera, y además ella pensaba que lo había provocado, y se sentía culpable de lo que le había pasado, soportando la presencia diaria de aquel sujeto que la seguía acosando a solas, y lo que es peor este sujeto era conocido de su familia y tenía tratos directos con su papá, motivo por el cual estaba según ella, obligada a callar aquel ataque tan cobarde, nunca dijo quién era el padre de su hijo, que según ella no pudo ver en aquel ataque cobarde y además, desde entonces no puede tomar nada de licor por temor a perder el control de sí misma y le vuelva a pasar otra vez lo mismo.
De esta experiencia y transcurrido el embarazo, en su oportunidad nació un bebecito. Este niño tuvo que ser extraído en forma violenta, provocando ciertos desgarres físicos que la han hecho sufrir mucho. Pero además, ahora que han pasado los años, y el niño tiene que ir a la escuela siente un miedo exagerado al sentirse solo. Miedo a jugar con sus compañeros.
Siente tal pavor de ir a la escuela, que se ha provocado una serie de enfermedades para tener el pretexto adecuado para que no lo fuercen a asistir a clases. Entre estas enfermedades están la de dolor agudo en los riñones y un tumor en sus genitales, que lo obligan a guardar reposo absoluto, sin poder salir de la casa y no acepta que nadie lo atienda, solo su madre, porque cuando se queda solo o con alguien más, el miedo, lo invade terriblemente.
Es aquel mismo miedo que su madre sintió cuando fue violada y abandonada en despoblado aquella noche obscura. Es por eso que al principio, le sugerí que todas las mañanas, antes de levantarse, con los ojos cerrados, programara su día con las siguientes frases de acondicionamiento: “Hoy arreglare todos mis asuntos satisfactoriamente” (¿se acuerda?). Es decir, que todo lo que tenga pendiente de realizar, se deberá llevar a cabo con toda satisfacción, que todo le va a salir bien, que no va a tener dificultades para ver los resultados.
Solo que tiene que mencionar específicamente cada actividad. Si tiene que visitar algún cliente difícil, que no ha podido ver, que no lo ha querido atender como usted quisiera, dígale con su mente, como si estuviera frente a usted (principio de atracción, “The secret”): Hoy te voy a ir a visitar, me vas a recibir, y mi propuesta te será muy atractiva porque es lo que estabas esperando, es para tu beneficio que aceptes lo que te estoy ofreciendo.
Si va usted a tramitar algún documento, permiso, fianza, visa, etc., a alguna dependencia oficial, también imagínese al funcionario aceptando sus documentos, entregándole el permiso, fianza, pasaporte o lo que sea, y así cualquier problema que usted quisiera arreglar… Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es
“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 770 artículos de su interés: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/familia
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
TORREON, COAH. MÉXICO
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