Las abejas no sólo son importantes por la producción de miel y cera, sino sobre todo por la polinización de las plantas. (ARCHIVO)
Los apicultores de La Laguna calculan en 20 millones de pesos (mdp) las pérdidas por la desaparición de las abejas, un problema que no sólo tiene repercusiones en el aspecto económico, sino también en el social y el ambiental.
Según el Sistema Producto Apícola de la Región Laguna son aproximadamente 250 familias las que viven de la apicultura entre productores -que son 110- trabajadores de los apiarios y quienes se dedican a la venta del producto en las calles.
La miel se produce en tres estaciones del año: primavera, verano y otoño, siendo esta última la de mayor producción.
El Sistema estimaba una producción de 30 kilos de miel por cada una de las 8,000 colmenas registradas. Cada colmena tiene un valor de 2,000 pesos y de las 8,000 desaparecieron 6,000, lo que representa una pérdida de 12 millones de pesos en la estación más productiva.
"El problema muy fuerte lo empezamos este año, pero tenemos dos años anteriores que habíamos experimentado una baja del 10 o 15 por ciento, mientras que el año pasado hasta 30 y ahora el 80 por ciento", dice Francisco Salazar, presidente del Sistema.
Los apicultores dan por perdida la producción de miel en esta estación del año, debido a que las colmenas que quedaron están muy débiles.
Ante la situación piden apoyo de la Secretaría de Agricultura para amortiguar las pérdidas y reactivar la producción de miel a través de la repoblación de las colmenas.
La desaparición repentina de las abejas tiene la característica del Síndrome de Despoblamiento de Colmena, pero en tanto no se tengan los primeros resultados de la investigación, no puede ser considerado como tal, según el investigador de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, José Luis Reyes Carrillo.
El problema no es nuevo, pues países de la Unión Europea, así como Estados Unidos, han experimentado una situación similar y todavía no han encontrado una causa definitiva. En el caso de La Laguna existen varias líneas de investigación, las más fuertes son: la salud de las abejas y los plaguicidas e insecticidas.
Las abejas no sólo son importantes por la producción de miel y cera, sino sobre todo por la polinización de las plantas.
