Tradición. Abel heredó de toda su familia el oficio de zapatero y cambió su profesión por éste.
Abel y Abel Hurtado, son padre e hijo que han heredado la tradición familiar por generaciones, son zapateros y viven de su trabajo de reparación y elaboración de calzado en un local del mercado Morelos de Gómez Palacio.
En la familia hay gran cantidad de zapateros, se dedican desde siempre a este negocio y se ha ido heredando la enseñanza del oficio, de lo cual subsisten varios de sus miembros hasta la actualidad.
En el caso de Abel, hijo, desde pequeño aprendió todo el oficio y creció viendo a su padre hacerlo, sin embargo, el es profesionista, graduado de la carrera de Ciencias de la Comunicación, durante algunos años trabajó en radio, pero finalmente decidió dedicar el tiempo al negocio familiar, así como ayudar a su padre y sobre todo dedicar más tiempo a sus hijos.
Ambos se ganan la vida realizando reparaciones de calzado, de bolsas, chamarras, mochilas y también elaboran ellos mismos variedad de huaraches, por lo que este negocio es además todo un arte.
Comentó que de igual forma don Abel, padre, inició desde muy pequeño al igual que sus primos, ya que los abuelos y tíos también se dedicaban a la reparación de calzado.
Las crisis económicas han sido determinantes para el comercio en los últimos tiempos, por lo que Abel señala que ha sido complicado mantener el negocio, sin embargo, "la única manera es seguir trabajando, la constancia y atender el negocio".
Agregó que se ha requerido de esfuerzo y de seguir manteniendo la fortaleza y la fe. En este mercado, los locatarios han tenido muchas dificultades sobre todo económicas, pero a pesar de todo, siguen trabajando y la mayoría siguen abriendo las puertas de sus locales en cualquier situación que se encuentren, como es el caso de Abel y su padre.
Dijo que muchos compañeros se han ido del mercado, otros mantienen cerrados los locales, pero agregó que ellos no dejarán de trabajar, aunque el panorama se torne difícil.
Han sido ya cuatro años de altas y bajas desde que llegaron al Morelos, han buscado subsistir en base al trabajo que realizan todos los días y todo el día sirviendo a la gente, aunque comentó que hace falta darle más vida al mercado para salir adelante.
