La lechuga es uno de los alimentos que puede llegar a echar se a perder con mayor rapidez ya que al igual que otros como la zanahoria y el tomate, se consumen crudas y tienen un tiempo de vida determinado antes que comiencen a extrañar la tierra. (ESPECIAL)
La lechuga es uno de los alimentos que puede llegar a echar se a perder con mayor rapidez ya que al igual que otros como la zanahoria y el tomate, se consumen crudas y tienen un tiempo de vida determinado antes que comiencen a extrañar la tierra.
Esto lleva muchas veces a terminar deshaciéndose de gran parte de una lechuga. Hay algunas formas de hacer que las hojas de esta verdura se conserven frescas. Aquí te las contamos.
*Será importante que las laves con una gota de lejía para desinfectarlas bajo el chorro de agua.
*Las hojas deben secarse bien antes de refrigerarse. Se aconseja introducirlas dentro de un envase con papel de cocina entre cada hoja para que absorba toda la humedad, ya que si se conservan enteras durarán mucho más que si se rompen.
*Deben mantenerse a temperaturas altas (lo normal en tu refrigerador) en los cajones específicamente, ya que se trata de la zona menos fría y la que mejor se adapta a las necesidades de este vegetal. Puede almacenarse durante 3 o hasta 5 días.
*Si se cortan las hojas con un cuchillo de plástico, se previene y retrasa más la oxidación.
*La lechuga que viene ya en bolsa suele durar más, sin embargo, tiene como necesidad básica no romper la cadena del frío para lograr mantenerse. Deben guardarse a unos 3° o 4° hasta que se coman.