La realidad es que desde el 24 de noviembre de 2016 han sido asesinados al menos 242 exguerrilleros. (AP)
Cuatro años después de la firma del acuerdo de paz con las FARC, Colombia enfrenta un recrudecimiento de la violencia que se manifiesta en el asesinato de exguerrilleros y líderes sociales, así como en un ola creciente de masacres que solo esta semana se ha cobrado la vida de más de 15 personas.
La esperanza de cambio que tenía el país ante el histórico acuerdo que firmaron el Gobierno y la que era entonces la mayor guerrilla de Colombia se ha ido diluyendo con el paso del tiempo, pese a que aún hay sectores políticos que confían en que la nación dé un paso definitivo para salir del conflicto armado.
La realidad es que desde el 24 de noviembre de 2016 han sido asesinados al menos 242 exguerrilleros y cerca de millar de líderes sociales, mientras que en los últimos meses han muerto centenares de personas en masacres perpetradas por grupos armados a lo largo y ancho del país.
Las últimas dos ocurrieron el fin de semana en el municipio de Betania, en el departamento de Antioquia, donde fueron masacrados diez recolectores de café, y en Argelia, en el convulso Cauca, donde fueron asesinadas otras cinco personas en el caserío de El Mango.
VIOLENCIA CRECIENTE
Según un análisis de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), las acciones de los grupos armados en el cuarto año del "post-acuerdo de paz" aumentaron en un 65 % frente al primero al pasar de 225 a 318.
"Antes del cese al fuego de las FARC, el 78 % de las acciones armadas eran responsabilidad de esta guerrilla. Cuatro años después, el 38 % de las acciones fueron realizadas por el ELN y otro 34 % por las disidencias", añadió la FIP.
Otro de los datos alarmantes es que en el cuarto año fueron asesinados 128 líderes sociales, 14 más que en el tercero y uno menos que en el segundo, una tragedia que "no cede".
Igualmente señala que son 233 los asesinatos de excombatientes de las FARC que ha verificado la Misión de la ONU en Colombia.