Heredan su amor por el deporte

LA LEY DE LA SIEMBRA

Una de las familias laguneras donde el amor por el deporte ha sido una constante a lo largo de cuatro generaciones, es la familia Gutiérrez Izquierdo, donde la natación, más que una disciplina, se ha convertido en un estilo de vida.

Óscar Gutiérrez del Bosque, nadador por excelencia, afirmó que uno de los valores más importantes en la educación de sus hijos ha sido el inculcarles el amor por el deporte, una actividad que ha sido determinante para la unión familiar y la sana convivencia con sus hijos: Brenda, Óscar, Ángel y Stephanie.

"Esto no es casualidad, ser una familia deportista viene de generaciones atrás, desde mi papá (señor Luis Gutiérrez Vela), a quien le gustaba jugar al ping pong aún a una edad muy avanzada, así como a mi abuelo (don Francisco del Bosque), quien tenía un gusto especial por la natación''.

Lo importante es predicar con el ejemplo, si mis hijos ven que yo cuido mi cuerpo y mi espíritu con actividades sanas, ellos indudablemente harán lo mismo. El deporte en esta familia es una sana costumbre. Aquí se aplica la -Ley de la Siembra- donde se cosecha lo que hemos sembrado''.

Óscar Gutiérrez del Bosque, quien a lo largo de su vida ha destacado como nadador a nivel nacional e internacional, incluso como campeón y plusmarquista en certámenes como el Campeonato Mundial Master y los Juegos Olímpicos Master. A sus 55 años, cumple ya cinco décadas como deportista activo.

"A los hijos hay que guiarlos, guardarlos y gobernarlos, esa es nuestra labor como padres, algo que no debemos dejar que otros hagan por nosotros''.

Para Ángel, el tercer hijo del experimentado nadador, la labor de su padre como educador es admirable, ya que en su momento sabe exigir, pero también es un excelente consejero. "Es un orgullo tener un padre como el mío, se entrega al máximo y sólo puedo darle las gracias por darme el gusto de ser parte de su familia''.

Por su parte, Óscar, el mayor de los hermanos varones, se dijo orgulloso por tener en su papá a su héroe, a su mejor amigo y gran maestro de la vida, además de haberlo llevado por el camino del deporte, actividad que le permitió destacar a nivel internacional en alguna época de su vida''.

A PREGONAR Y EDUCAR CON EL EJEMPLO

"Para quienes somos deportistas y tenemos el orgullo de ser papás, es una gran satisfacción poder compartir nuestra actividad con los alumnos a nuestro cargo, pero lo es mucho más hacerlo con nuestros hijos, al ser una excelente forma de complementar su educación, más cuando ellos alcanzan metas que premian sus esfuerzos'', afirmó Jesús Félix Sifuentes, instructor de tae kwon do.

Afirmó que aunque satisfactorio, es realmente difícil combinar su labor de entrenador y padre de familia, ya muchas veces los hijos quieren ser escuchados por su padre, no por el entrenador, mientras que él se dirige a ellos como formador, dejando a un lado el rol de padre.

Consideró que la duplicidad de roles, suele generar malos entendidos, de ahí que la labor sea compleja, pero es muy buena cuando se logra ese equilibrio''.

"Soy un entrenador enérgico, exigente, que grita para hacer que los alumnos y mis hijos reaccionen en determinados momentos, pero también soy muy consentidor, es parte de mi naturaleza como ser humano y creo que los resultados saltan a la vista''.

Aunque su abuelo fue un buen beisbolista, el entrenador reconoce que su padre fue más bien un deportista de escritorio, que amaba al deporte, pero lo practicó muy poco, y a pesar de que lo impulsó a hacer deporte, no lo apoyó en su idea de dedicarse al tae kwon do, disciplina que hoy en día es su gran pasión, por la oportunidad que le brinda de convivir con sus hijos Alejandro, Jesús y Paola.

El juvenil Jesús Sifuentes Santiago, hijo del entrenador, se refirió a su padre: "Doy gracias a Dios por haberme tocado un papá deportista como el que tengo, ya que a pesar de todas las fricciones que hemos tenido, me ha sabido guiar en la forma correcta y con mucho éxito en lo deportivo'', afirmó.

"Me tocó un entrenador y un papá difícil, pero excelente; lo quiero y lo respeto, tengo mucho que agradecerle por todo lo que a diario me da como ser humano y profesional".