La Loma, Durango cuenta con una hacienda en la que se exhiben documentos y fotografías .
16 mayo 2003
Museo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaMuseo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaMuseo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaMuseo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaMuseo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaMuseo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaMuseo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaMuseo Francisco Villa/ Hacienda de La LomaEl museo comunitario es un recinto que tiene una actividad dirigida específicamente al entorno en donde está ubicado. Su misión es la comunidad en la cual está inserta: trabaja para ella y es producto de una necesidad de la misma.Parte importante de este recuento histórico, es Francisco Villa, de quien se recrea la pequeña choza en la que vivió durante sus primeros años de vida en Chihuahua. Se sigue una cronología desde la conformación de la División del Norte, sus triunfos y derrotas entre los que se señala la Toma de Torreón, hasta la época de “pacificación” que llega con la muerte del gran general, el 20 de julio de 1923 a las 10:00 de la mañana.No se omite la gran revuelta que causó Villa en los Estados Unidos, en donde se ofrecía una recompensa de cinco mil dólares, a quien proporcionara datos o entregara al general.La segunda sala de exhibiciones cuenta con un guión museográfico estructurado con temas específicos: La Revolución Maderista, Desarrollo Ferroviario, Elecciones, Gobierno de Madero, Gabinete de Madero, Los Colorados y la Contrarrevolución, Lerdo 1913, Villa Bajo las Órdenes de Huerta, El Ocaso del Mártir, Triunfos de la División del Norte, entre otros.Ejemplo de ello es una copia de la carta de renuncia que presentó Porfirio Díaz ante la Cámara de Diputados, fechada el 25 de mayo de 1911. Este documento es uno de los pocos que se exhiben en otros museos.Además de su carácter histórico, la importancia del Museo de la División del Norte de La Loma radica en las fotografías y documentos que forman parte de su colección.Los techos están llenos de arañas y telarañas. Las paredes muestran cuarteaduras. La parte derecha de la hacienda está casi destruida. Muchas de las habitaciones de ese extremo ya no tienen techo, y están a punto de derrumbarse por completo.Finalmente, esta asociación la vendió a los señores De la Mora Garza y Villarreal y “el señor Juan Villarreal Hoyos, principal accionista de esta finca, no tuvo empacho en ceder lo que era de él, nieto de don Tomás Villarreal que había sido propietario en la década de los 70, quien nos visita todavía y trae a su familia”.Desde principios de 1900 a 1921, aproximadamente, la hacienda de La Loma fue propiedad de don José Nepomuceno. Luego pasó a ser propiedad de la familia Necochea. Más tarde la adquirió la Monetaria, una compañía que prestaba dinero a agricultores, quien posteriormente la vendería a Ruiz Hermanos y Sucesores.La finca fue construida en tres etapas, la primera de ellas terminada el cinco de abril de 1821; la segunda en 1839; y la última en 1880. Al parecer siempre fue propiedad de gente de buena voluntad, ya que no tenían mayor problema en ofrecer posada a quienes pasaban por el lugar.Sin embargo, 49 años atrás ya se había hospedado en esta hacienda otro de los personajes claves en la historia de México: don Benito Juárez. Luego de haber dejado los Archivos de la Nación en la Cueva del Tabaco, el “Benemérito de las Américas” llegó hasta La Loma, antes de dirigirse a Paso del Norte.Hombres de confianza de Francisco Villa, se reunieron la mañana del 29 de septiembre de 1913, en punto de las 10:00 horas, para nombrar general en jefe al célebre personaje de la Revolución Mexicana.El comedor, que se ubica en un cuarto central de la finca, albergó a los generales Juan M. Medina, Tomás Urbina, Calixto Contreras, Maclovio Herrera, Eugenio Aguirre Benavides, Benjamín Yuriar, Juan E. García, Toribio Ortega, José Rodríguez, Blas Flores y Manuel Medina Beilia.La Loma, Durango recibe a quienes a su paso desean visitar el Museo de la División del Norte, ubicado en la Hacienda de la Santísima Trinidad de la Labor en España, como se le conocía anteriormente.Luego de atravesar varios cerros y pasar sobre los puentes cuates, esto con la experiencia de sentir “la calor” que azota los últimos días a la Comarca Lagunera, se encuentra un pequeño poblado que, aunque no tiene pavimento, cuenta con un importante museo comunitarioSus muros y techos fueron el resguardo del “Benemérito de las Américas” en 1864. El amplio comedor, con sus cuatro ventanales hasta el piso, fue testigo de la conformación de la famosa “División del Norte”, y del nombramiento de Francisco Villa como general en jefe