La segunda jornada del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar comenzó con el trío mexicano Camila.
La actuación se completó con "Todo cambió", que sirvió para poner el punto y final.El trío apostó por una composición en inglés que se entremezcló con los acordes de la mítica "Voulez-Vous Coucher Avec Moi Ce Soir", y que, pese a su ritmo animado, no acabó de convencer al las "fans" que apostaron para cantar baladas románticas.A lo largo de la noche Domm, se erigió en el auténtico líder del grupo y llevó la voz cantante en los parlamentos que ayudaron a aumentar, aún más, el porcentaje de ñoñería de la actuación.Esta alocución sirvió como gancho para dar comienzo a "Sin tu amor", tema con el que la banda desató la locura de la Quinta Vergara para después cerrar la primera parte del espectáculo con "Bésame", un éxito que el auditorio coreó al unísono con un fervor sorprendente."¿Aquí creemos en el amor?. ¿Aquí creemos en la fe?. ¿Aquí creemos en la igualdad?" preguntó retóricamente Domm ante los "síes" cómplices de todo el público.Con tal de rebajar los niveles de azúcar, la banda acudió a la guitarra eléctrica de Hurtado y buscó en el rock una alternativa para intentar animar la noche y alterar el guión de la película.Tres años después de su última aparición en Viña, demostraron que, pese a ser considerada una de las bandas emergentes del pop latinoamericano, la fama no se les ha subido a la cabeza y han aprendido que la mejor manera de encandilar al público es a través de la proximidad y la calidez.La voz de Samuel Parra, la guitarra del Pablo Hurtado y el piano y la voz inconfundible de Mario Domm ofrecieron una equilibrada función de más de una hora y media en la que interpretaron 15 canciones de sus dos únicos álbumes publicados hasta la fecha.El pop romántico de Camila edulcoró eel ambiente del Festival de Viña del Mar (Chile), en un concierto en el que sus seguidoras se entregaron en cuerpo y alma a las melancólicas composiciones del trío mexicano.