Lejos de poder darse un respiro de la ola de calor e incendios, el fuerte aumento de los vientos ha empeorado la situación en Grecia, desencadenando nuevos fuegos y reavivando los ya existentes, que hasta ahora han dejado a un fallecido. Un hombre de 38 años, que luchaba contra el fuego en los suburbios del norte de Atenas, falleció este viernes tras sufrir una herida en el cráneo cuando cayó sobre él un poste eléctrico de alta tensión durante las labores de extinción.