Entre aplausos y gritos, la representante de México, Rosa María Ojeda caminó con cadencia y elegancia los cerca de 50 metros de longitud que tuvo la pasarela. Su vestido estaba decorado con imágenes de comida mexicana, como el maíz y diversas frutas, además de símbolos de las culturas autóctonas.
Entre aplausos y gritos, la representante de México, Rosa María Ojeda caminó con cadencia y elegancia los cerca de 50 metros de longitud que tuvo la pasarela.
Su vestido estaba decorado con imágenes de comida mexicana, como el maíz y diversas frutas, además de símbolos de las culturas autóctonas.Fotos: EFE
20 de Mayo de 20007
publicada el 21 de mayo de 2007