El reloj casi marcaba las dos de la mañana, y el “Divo de Juárez” no daba muestra de cansancio ni de que se fuera a ir, más aún se entregó sólo como él sabe al momento de entonar Te lo Pido Por Favor.
El reloj casi marcaba las dos de la mañana, y el “Divo de Juárez” no daba muestra de cansancio ni de que se fuera a ir, más aún se entregó sólo como él sabe al momento de entonar Te lo Pido Por Favor.Fotos: El Siglo de Torreón
publicada el 02 de julio de 2007