El Teatro Bolshoi transportó a un mundo de fantasías, las de don Quijote enamorado de Dulcinea, pasando de una posada a un pueblito de La Mancha; de un campamento gitano a un ensueño de Driadas (duendes de los árboles de forma femenina), para concluir en un castillo en el que se desarrolla la boda de Dulcinea, quien realmente se llama Kitri, con el barbero Basilio
Ahí, una solemne procesión desfiló ante los ojos del público, que reconoció el buen espectáculo al aplaudir de pie al final de la obra.Foto: Julio Hernández
10 octubre 2003
publicada el 10 de octubre de 2003