Esa rabia y ese gran dolor Gelman los convirtió en poesía, una palabra alimentada por el sufrimiento, pero sin ira y sin rencor, porque el poeta de mirada acuosa y voz pausada nunca perdió la pausa y la mansendumbre.Grandísimo poeta, querido y comprometido, Juan Gelman era por encima de todo un gran ser humano que allí donde iba causaba una profunda admiración y respeto por la dignidad con que afrontó el dolor y el sufrimiento que le tocó padecer en su vida y a los que sobrevivió gracias a la escritura.
Autor: AGENCIAS, publicada el 15 de enero de 2014