Otra cosa que lo atrapó fue que la historia rinde homenaje a la tradición del Día de Muertos, una festividad muy especial para Del Toro, pues cuando era niño acompañaba a su abuela al panteón a visitar a su abuelo, pero lo que más disfrutaba el pequeño Guillermo era salir del panteón y recorrer la plaza llena de puestos en los que se vendían calaveras y calacas, incluso luchadores de plástico.
Otra cosa que lo atrapó fue que la historia rinde homenaje a la tradición del Día de Muertos, una festividad muy especial para Del Toro, pues cuando era niño acompañaba a su abuela al panteón a visitar a su abuelo, pero lo que más disfrutaba el pequeño Guillermo era salir del panteón y recorrer la plaza llena de puestos en los que se vendían calaveras y calacas, incluso luchadores de plástico.
Por ser una historia que rinde homenaje a la tradición mexicana del Día de Muertos y porque muestra un mundo visual genuino, el cineasta mexicano Guillermo del Toro aceptó producir la cinta El libro de la vida, misma que presentó en este país.
Autor: NOTIMEX, publicada el 07 de octubre de 2014