Una de las cosas que más disfruta Guillermo de vida es la posibilidad que le da su trabajo de ser dueño de su propio tiempo y así alternarlo con su parte familiar. Al preguntarle sobre cuál es la mejor parte de su día confiesa que es cuando le da de desayunar a su hijo Jerónimo.Guillermo Colmenero entiende la escultura más como una forma de diversión que como un trabajo; dice que para él todos los días son como si fueran sábado. Su pasado está en Chihuahua y su presente en La Laguna, donde se ha consolidado como uno de los artistas más importantes en la región.
Autor: MICHEL MORÁN/ EL SIGLO DE TORREÓ, publicada el 13 de febrero de 2017