La curaduría del Bailarín Principal del English National Ballet no sólo buscó presentar obras que permitieran el lucimiento acrobático y atlético de los intérpretes, también aspiró a la belleza, a la expresión artística y al entretenimiento.Isaac Hernández logró, de nuevo, lo impensable: llenar el Auditorio Nacional con 10 mil personas.
Autor: AGENCIAS, publicada el 13 de agosto de 2017