Después, en 1898, se construyó una nueva fundidora en Durango, en lo que después fue la colonia Morga y se empezó a explotar de una manera más intensa el Cerro, actividad que también se potenció por la operación del Ferrocarril.
Motivó la exploración de Durango y ha estado presente en varios episodios de la historia de la ciudad. Es emblema desde el principio y permanecerá, por lo menos, durante tres décadas más.
Autor: JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ, publicada el 06 de febrero de 2018