Por las características de su formación geológica tenía una gran cantidad de cristales de berilio, una cristalización del fierro que se torna color verde. Eso provocó que el cerro se confundiera con uno de plata, lo que motivó la conquista de Durango.
Motivó la exploración de Durango y ha estado presente en varios episodios de la historia de la ciudad. Es emblema desde el principio y permanecerá, por lo menos, durante tres décadas más.
Autor: JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ, publicada el 06 de febrero de 2018