A diferencia del año del Caballo, en el que casarse está casi prohibido, y el de la Cabra, en el que los índices de natalidad cayeron un 60 por ciento, el Mono se atreve con todo y no renuncia a nada.Foto: Reuters, AP, EFE 22 de enero de 2004.
publicada el 21 de enero de 2004