Desde los años 80's la población duranguense se ha encargado de nutrir este espacio, ya que el 90 por ciento de estas unidades fueron donadas.Hay sonidos que perduran y momentos que se quedan en la memoria. Hay recuerdos que vale la pena preservar ya que, solo así, se dejará una huella imborrable a las nuevas generaciones.
Autor: OSVALDO RODRÍGUEZ CASTRO, publicada el 10 de febrero de 2019