Se rescató hace seis años para que los duranguenses puedan apreciarlo.Hay sonidos que perduran y momentos que se quedan en la memoria. Hay recuerdos que vale la pena preservar ya que, solo así, se dejará una huella imborrable a las nuevas generaciones.
Autor: OSVALDO RODRÍGUEZ CASTRO, publicada el 10 de febrero de 2019