Atrás quedaron los desfiles, las danzas de dragones y el ambiente festivo que solía experimentar con la llegada de su Año Nuevo el barrio chino de Londres, que en esta ocasión recibió tímidamente al calendario lunar del buey con la mayoría de sus comercios cerrados y una sensación de vacío en sus calles. Tan solo unas filas de farolillos rojos colgados entre las fachadas mostraban un atisbo de celebración este viernes en Chinatown, junto a algunos curiosos que querían inmortalizar el momento para sus redes sociales, o los más golosos, que hacían cola y plantaban cara al gélido clima londinense para conseguir uno de los dulces de la Chinatown Bakery.
Autor: EFE, publicada el 12 de febrero de 2021