Clemente Martínez, de 10 años, es el único de los cuatro primos que no participa porque su madre le regaña “no me vaya a pasar algo”. Sus armas son dos resorteras colgadas al cuello.
Clemente Martínez, de 10 años, es el único de los cuatro primos que no participa porque su madre le regaña “no me vaya a pasar algo”. Sus armas son dos resorteras colgadas al cuello.Cuidar de las cabras o las vacas es la actividad diaria de muchos niños indígenas de las montañas de Guerrero, en el sur de México. Pero los días que llega prensa a la comunidad de Ayahualtempa rápido se ultiman los preparativos para un quehacer añadido: el desfile de niños armados.
Autor: AP, publicada el 10 de mayo de 2021