La Madrastra y las Hermanastras aportan la chispa de maldad, escondida entre la vanidad, el egoísmo y la envidia, que no serán suficientes para que el Príncipe descubra en Cenicienta a la mujer de sus sueños.Foto: EL SIGLO DE TORREÓN 04 de octubre de 2004
publicada el 04 de octubre de 2004