El carisma de este hombre sólo era comparable a la de Nasser, que habría sido su verdadero competidor de entidad si la muerte no le hubiera sorprendido hace más de tres décadas. Clinton y Arafat solían tener largas pláticas.
El carisma de este hombre sólo era comparable a la de Nasser, que habría sido su verdadero competidor de entidad si la muerte no le hubiera sorprendido hace más de tres décadas.
Clinton y Arafat solían tener largas pláticas.Fotos:AP, Reuters y EFE
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publicada el 12 de noviembre de 2004