La actitud de la afición, resignada a no disfrutar de nueva cuenta las mieles dulces de una liguilla, fue paciente a lo largo del partido, incluso con el resultado adverso, ya que no importaba el esquema o el sistema de juego, simplemente quería ver ganar a su equipo ante una de las escuadras más odiadas, deportivamente, del torneo, por la cercanía territorial; los Tigres que junto con su porra “Libres y Lokos”, regresaron a la Sultana del Norte con las manos vacías, sin chance de obtener el boleto a una lejana repesca.
La actitud de la afición, resignada a no disfrutar de nueva cuenta las mieles dulces de una liguilla, fue paciente a lo largo del partido, incluso con el resultado adverso, ya que no importaba el esquema o el sistema de juego, simplemente quería ver ganar a su equipo ante una de las escuadras más odiadas, deportivamente, del torneo, por la cercanía territorial; los Tigres que junto con su porra “Libres y Lokos”, regresaron a la Sultana del Norte con las manos vacías, sin chance de obtener el boleto a una lejana repesca.Fotos:El Siglo de Torreón 15 de noviembre 2004.
publicada el 15 de noviembre de 2004