La obra no se quedó en una comicidad simpática, por el contrario, le imprimieron muchísimo humor, aunque también supo meterse en lo dramático.
La obra no se quedó en una comicidad simpática, por el contrario, le imprimieron muchísimo humor, aunque también supo meterse en lo dramático.Fotos: El Siglo de Torreón 13 de abril de 2005
publicada el 13 de abril de 2005