Ella, Nube Viajera, Se me Olvidó Otra Vez, Alma Herida y Sin Tantita Pena convirtieron aquella hoguera en un volcán. Los ánimos se calentaron tanto que el retoño de Vicente Fernández, sin hacer caso de los guardias y metiéndose entre los músicos llegó hasta unas jóvenes de la primera fila. Llenas de desesperación lo jalaron, provocando el enojo del artista, pero después de decirles “tranquilas” se volvió a acercar y les regaló un beso, coronando sus esfuerzos. Su traje de charro entallado, en color negro a rayas blancas lo hacía verse varonil; su cabello largo y engomado le daba una apariencia interesante y encantadora, pero no más que su voz, ésa que lució en temas como Niña Amada Mía, Serenata Huasteca, Me Dediqué a Perderte, Qué Lástima y Cómo Quien Pierde una Estrella.
Ella, Nube Viajera, Se me Olvidó Otra Vez, Alma Herida y Sin Tantita Pena convirtieron aquella hoguera en un volcán. Los ánimos se calentaron tanto que el retoño de Vicente Fernández, sin hacer caso de los guardias y metiéndose entre los músicos llegó hasta unas jóvenes de la primera fila. Llenas de desesperación lo jalaron, provocando el enojo del artista, pero después de decirles “tranquilas” se volvió a acercar y les regaló un beso, coronando sus esfuerzos.
Su traje de charro entallado, en color negro a rayas blancas lo hacía verse varonil; su cabello largo y engomado le daba una apariencia interesante y encantadora, pero no más que su voz, ésa que lució en temas como Niña Amada Mía, Serenata Huasteca, Me Dediqué a Perderte, Qué Lástima y Cómo Quien Pierde una Estrella.Fotos: El Siglo de Torreón
18 de julio 2005.
publicada el 18 de julio de 2005