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Ella, Nube Viajera, Se me Olvidó Otra Vez, Alma Herida y Sin Tantita Pena convirtieron aquella hoguera en un volcán. Los ánimos se calentaron tanto que el retoño de Vicente Fernández, sin hacer caso de los guardias y metiéndose entre los músicos llegó hasta unas jóvenes de la primera fila. Llenas de desesperación lo jalaron, provocando el enojo del artista, pero después de decirles “tranquilas” se volvió a acercar y les regaló un beso, coronando sus esfuerzos.

Su traje de charro entallado, en color negro a rayas blancas lo hacía verse varonil; su cabello largo y engomado le daba una apariencia interesante y encantadora, pero no más que su voz, ésa que lució en temas como Niña Amada Mía, Serenata Huasteca, Me Dediqué a Perderte, Qué Lástima y Cómo Quien Pierde una Estrella.

Ella, Nube Viajera, Se me Olvidó Otra Vez, Alma Herida y Sin Tantita Pena convirtieron aquella hoguera en un volcán. Los ánimos se calentaron tanto que el retoño de Vicente Fernández, sin hacer caso de los guardias y metiéndose entre los músicos llegó hasta unas jóvenes de la primera fila. Llenas de desesperación lo jalaron, provocando el enojo del artista, pero después de decirles “tranquilas” se volvió a acercar y les regaló un beso, coronando sus esfuerzos. Su traje de charro entallado, en color negro a rayas blancas lo hacía verse varonil; su cabello largo y engomado le daba una apariencia interesante y encantadora, pero no más que su voz, ésa que lució en temas como Niña Amada Mía, Serenata Huasteca, Me Dediqué a Perderte, Qué Lástima y Cómo Quien Pierde una Estrella.

Ella, Nube Viajera, Se me Olvidó Otra Vez, Alma Herida y Sin Tantita Pena convirtieron aquella hoguera en un volcán. Los ánimos se calentaron tanto que el retoño de Vicente Fernández, sin hacer caso de los guardias y metiéndose entre los músicos llegó hasta unas jóvenes de la primera fila. Llenas de desesperación lo jalaron, provocando el enojo del artista, pero después de decirles “tranquilas” se volvió a acercar y les regaló un beso, coronando sus esfuerzos.


Su traje de charro entallado, en color negro a rayas blancas lo hacía verse varonil; su cabello largo y engomado le daba una apariencia interesante y encantadora, pero no más que su voz, ésa que lució en temas como Niña Amada Mía, Serenata Huasteca, Me Dediqué a Perderte, Qué Lástima y Cómo Quien Pierde una Estrella.Fotos: El Siglo de Torreón 18 de julio 2005.

publicada el 18 de julio de 2005

Galería completa: Alejandro Fernández y Mariana Ochoa en La Laguna

11 de 18 » Ella, Nube Viajera, Se me Olvidó Otra Vez, Alma Herida y Sin Tantita Pena convirtieron aquella hoguera en un volcán. Los ánimos se calentaron tanto que el retoño de Vicente Fernández, sin hacer caso de los guardias y metiéndose entre los músicos llegó hasta unas jóvenes de la primera fila. Llenas de desesperación lo jalaron, provocando el enojo del artista, pero después de decirles “tranquilas” se volvió a acercar y les regaló un beso, coronando sus esfuerzos. Su traje de charro entallado, en color negro a rayas blancas lo hacía verse varonil; su cabello largo y engomado le daba una apariencia interesante y encantadora, pero no más que su voz, ésa que lució en temas como Niña Amada Mía, Serenata Huasteca, Me Dediqué a Perderte, Qué Lástima y Cómo Quien Pierde una Estrella.

Alejandro Fernández y Mariana Ochoa en La Laguna

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Ella, Nube Viajera, Se me Olvidó Otra Vez, Alma Herida y Sin Tantita Pena convirtieron aquella hoguera en un volcán. Los ánimos se calentaron tanto que el retoño de Vicente Fernández, sin hacer caso de los guardias y metiéndose entre los músicos llegó hasta unas jóvenes de la primera fila. Llenas de desesperación lo jalaron, provocando el enojo del artista, pero después de decirles “tranquilas” se volvió a acercar y les regaló un beso, coronando sus esfuerzos.

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Su traje de charro entallado, en color negro a rayas blancas lo hacía verse varonil; su cabello largo y engomado le daba una apariencia interesante y encantadora, pero no más que su voz, ésa que lució en temas como Niña Amada Mía, Serenata Huasteca, Me Dediqué a Perderte, Qué Lástima y Cómo Quien Pierde una Estrella.

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