Las mujeres lo amaron y los hombres lo envidiaron; y en verdad estos últimos tuvieron muchas razones para hacerlo pues Alejandro Fernández demostró el gran arrastre que tiene entre las féminas, presumió la elegancia con que porta el traje de charro y sobre todo, reafirmó la gran voz que posee.
Las mujeres lo amaron y los hombres lo envidiaron; y en verdad estos últimos tuvieron muchas razones para hacerlo pues Alejandro Fernández demostró el gran arrastre que tiene entre las féminas, presumió la elegancia con que porta el traje de charro y sobre todo, reafirmó la gran voz que posee.Fotos: El Siglo de Torreón 18 de julio 2005.
publicada el 18 de julio de 2005