Y fue así que el estruendo resonó durante las más de tres horas de espectáculo que ofreció. En un acto de sencillez, “Chente” se dejó abrazar y besar por cuanta dama burló la vigilancia para llegar hasta él, y no perdió oportunidad para dedicar canciones a través del celular.
Y fue así que el estruendo resonó durante las más de tres horas de espectáculo que ofreció.
En un acto de sencillez, “Chente” se dejó abrazar y besar por cuanta dama burló la vigilancia para llegar hasta él, y no perdió oportunidad para dedicar canciones a través del celular.Foto: Ramón Sotomayor.
01 de agosto de 2005
publicada el 01 de agosto de 2005