El último fin de semana de la muestra, la Tate abrió 36 horas consecutivas para poder acoger a una multitud cuasi-frenética, como las que uno podría observar en un concierto de rock de dos estrellas famosas, rivales, pero amigas
El último fin de semana de la muestra, la Tate abrió 36 horas consecutivas para poder acoger a una multitud cuasi-frenética, como las que uno podría observar en un concierto de rock de dos estrellas famosas, rivales, pero amigasLa muestra Matisse-Picasso, que traza la competitiva pero estrecha relación entre ambos maestros del arte moderno, atrae multitudes durante su paso por Nueva York 13/02/2003 Foto:AP
publicada el 13 de febrero de 2003