El dominio mexicano en el recinto quedó patente en la interpretación de los himnos, ya que primero sonó el de Portugal y aunque sus seguidores se hicieron notar al seguir la letra del mismo, cuando llegó el turno del mexicano el cántico fue atronador, en un recinto que lucía su cubierta completamente cerrada.
El dominio mexicano en el recinto quedó patente en la interpretación de los himnos, ya que primero sonó el de Portugal y aunque sus seguidores se hicieron notar al seguir la letra del mismo, cuando llegó el turno del mexicano el cántico fue atronador, en un recinto que lucía su cubierta completamente cerrada.Foto: AP, EFE 21 de junio de 2006
publicada el 21 de junio de 2006