Dos goles madrugadores de Maniche y Simao Sabrosa, de penal, no bajaron los ánimos de los mexicanos. Tocaron sus cornetas, agitaron sus sombreros de mariachis y gritaron con mayor fuerza cuando Francisco Fonseca marcó de cabeza el gol mexicano.
Dos goles madrugadores de Maniche y Simao Sabrosa, de penal, no bajaron los ánimos de los mexicanos.
Tocaron sus cornetas, agitaron sus sombreros de mariachis y gritaron con mayor fuerza cuando Francisco Fonseca marcó de cabeza el gol mexicano.Foto: AP, EFE
21 de junio de 2006
publicada el 21 de junio de 2006