Fue un ejercicio de laboratorio el de Luis Fernando Suárez. El técnico de los ecuatorianos conocía al dedillo cada movimiento de los ingleses, incluso cómo Hargreaves o Carrick, no habituales en el equipo de Eriksson, podían ayudar a crear juego. De la pizarra al campo, en una traslación perfecta.
Fue un ejercicio de laboratorio el de Luis Fernando Suárez. El técnico de los ecuatorianos conocía al dedillo cada movimiento de los ingleses, incluso cómo Hargreaves o Carrick, no habituales en el equipo de Eriksson, podían ayudar a crear juego. De la pizarra al campo, en una traslación perfecta.Foto: EFE, AP 25 de junio de 2006.
publicada el 25 de junio de 2006