La fuerza con la que caían los granos de agua congelada era tal, que decenas de automovilistas prefirieron encender las intermitentes y estacionarse en las laterales de Patriotismo, donde se vieron cubiertos por el granizo.
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La fuerza con la que caían los granos de agua congelada era tal, que decenas de automovilistas prefirieron encender las intermitentes y estacionarse en las laterales de Patriotismo, donde se vieron cubiertos por el granizo.
La fuerza con la que caían los granos de agua congelada era tal, que decenas de automovilistas prefirieron encender las intermitentes y estacionarse en las laterales de Patriotismo, donde se vieron cubiertos por el granizo.FOTO: EFE, NTX, EL SIGLO DE TORREÓN
agosto 2006