Para entonces, apenas 15 minutos transcurridos de la función presentada el viernes en el estacionamiento de un centro comercial ubicado en la carretera Torreón-Matamoros, la expresión más frecuente entre el público había sido un alargado Ohhh! en señal de admiración o bien el silencio... el silencio de la incredulidad y de la sorpresa, sobre todo al ser testigos de las grandes hazañas que dos acróbatas realizaban en lo alto de lo carpa, desafiando la gravedad.
Para entonces, apenas 15 minutos transcurridos de la función presentada el viernes en el estacionamiento de un centro comercial ubicado en la carretera Torreón-Matamoros, la expresión más frecuente entre el público había sido un alargado Ohhh! en señal de admiración o bien el silencio... el silencio de la incredulidad y de la sorpresa, sobre todo al ser testigos de las grandes hazañas que dos acróbatas realizaban en lo alto de lo carpa, desafiando la gravedad.Foto: El Siglo de Torreón 01 de octubre de 2006
publicada el 02 de octubre de 2006