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La violencia registrada durante el fin de semana en los estados de Chihuahua, Jalisco, Guanajuato y Baja California reforzó la retórica de traspasar a la Guardia Nacional a la Sedena y de mantener a los militares en las calles.
El impulso de traspaso de la Guardia Nacional al mando castrense podría darse con o sin el apoyo del Congreso, además, el presidente aspira a que la labor de seguridad que realizan los militares sea permanente.
Del caso específico de la Guardia Nacional, anteriormente la Comisión Nacional de Derechos Humanos presentó en 2019 una acción de inconstitucionalidad contra parte de esas normas al considerar excesivas las atribuciones que se le daban a este cuerpo en labores de investigación.
En 2020, el gobierno autorizó que el Ejército ayudara en sus funciones a la Guardia Nacional hasta el final de la administración, 2024, el límite que el presidente ahora apuesta por eliminar.
Ante críticas de la medida presidencial, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, acusó a la oposición de querer obstaculizar el fortalecimiento de la Guardia Nacional.