Hay que tener cuidado con estas conexiones de libre acceso. (ARCHIVO)
Es común que las personas que cuentan con un "smartphone" en sus manos lo primero que hagan al llegar a un lugar público sea buscar una red Wi-Fi abierta a la cual puedan conectarse, sin embargo, muchos de ellos desconocen los riesgos que este acto implica.
Al ser una red de acceso libre y como su nombre lo dice, cualquiera puede meterse, inclusive delincuentes cibernéticos que pueden aprovecharse de las carencias de seguridad de este tipo de acceso a internet.
Los 'hackers' o cibercriminales se aprovechan de cualquier vulnerabilidad sistemática con la que se puedan tomar y una buena forma de encontrar 'presas fáciles' es en estas conexiones.
Sin que un usuario se dé cuenta, un hacker puede meterse a su sistema e implantar un programa malicioso, con el cual pueden hacer casi cualquier clase de fechorías.
Desde el usurpación de identidad, robo de información, falsificación de datos o cualquier otro tipo de delito, los intrusos pueden cometer cualquier maldad gracias a las redes Wi-Fi abiertas.
Es por ello que las personas deben tomar medidas precautorias y evitar conectarse a estas redes, además, se aconseja no realizar transacciones bancarias por este medio, ni tampoco activar la carpeta de archivos compartidos en redes públicas, entre otras medidas.