Recuerdo. Residentes de la localidad de Oconomowoc, donde se proyectó por primera vez la cinta, se disfrazaron de los personajes,
El clásico de Hollywood El mago de Oz cumplió esta semana 75 años desde su estreno en cines, un aniversario que muchos han festejado en Estados Unidos asistiendo a pases especiales del filme e incluso disfrazándose como sus entrañables personajes para lograr un récord Guinness.
El epicentro de las celebraciones fue la localidad de Oconomowoc, en Wisconsin, que rememoró su día de gloria cinematográfica, el 12 de agosto de 1939, cuando centró las miradas de la meca del cine por acoger la "premiere" de una película que haría historia.
El estudio Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) decidió presentar en esa pequeña población su ambicioso largometraje, con el que quería responder al éxito de Blancanieves (Disney, 1937), ya que tenía dudas sobre cómo acogería el filme el público del medio oeste, zona donde está ambientado parte del relato.
La película añadía el factor del Technicolor, al pasar de los tonos sepias al color para dar un aspecto mágico al mundo de Oz, y fue para muchos espectadores, al menos en Oconomowoc, la primera experiencia visual de cine más allá del blanco y negro.
El pasado martes, esa población que ya no conserva el teatro donde se exhibió originalmente el filme, organizó una proyección al aire libre de El mago de Oz a la que muchos animados residentes acudieron vestidos de hombre de hojalata, espantapájaros, león, y Dorothy, personajes que protagonizan la historia.
El filme de Sam Raimi recaudó casi 500 millones de dólares en taquilla y ya se dio luz verde a una secuela de la cual se desconocen los pormenores del guión que estará limitado por cuestiones de propiedad intelectual.