Actualmente, las piñatas se realizan de múltiples figuras y formas, incluso de personajes famosos, como se ha informado en este diario; no obstante, las originales, que aún muchos respetan, son de siete picos. (ESPECIAL)
Ahora son utilizadas para divertir a los asistentes durante las fiestas de cumpleaños de los niños y uno que otro adulto, también son un elemento que no puede faltar durante las posadas que están por iniciar este mes de diciembre, pero su historia va más allá y tiene que ver con la fe y las celebraciones religiosas.
Se habla de las piñatas, cuya referencia histórica más conocida aparece en las anotaciones del viajero Marco Polo, quien señala que su origen se encuentra en las celebraciones del año nuevo chino.
Según detalla el Ayuntamiento de Acolman, Marco Polo "vio cómo los chinos confeccionaban una figura de vaca, de buey o de búfalo cubierta con papeles de colores a la que le colgaban instrumentos agrícolas. Esta figura animal hueca tenía un uso ritual, ya que con ella realizaban una ceremonia al inicio de la primavera, coincidiendo con el año nuevo chino. Los colores de la figura representaban las condiciones en que se desarrollaría el año, siempre en relación con la agricultura. El buey o la vaca estaban rellenos de semillas de cinco clases que se derramaban cuando los mandarines las golpeaban con varas de diferentes colores".
Después de haber vaciado la piñata, los chinos procedían a quemar el papel, entonces la gente trataba de obtener un poco de esas cenizas, puesto que eran consideradas de buena suerte para todo el año.
EXPANSIÓN DE LA TRADICIÓN
La tradición de la piñata supo brincar fronteras, y llegó a Europa, donde pasó de ser una cuestión pagana a un rito religioso.
La piñata se "usaba para la celebración de la Cuaresma. Así, al primer domingo se le llamaba Domingo de Piñata en Italia, donde la piñata era una olla de barro con papeles de colores llena de dulces. Para romperla, las personas se vendaban los ojos. Se uso para atraer a la gente a ceremonias religiosas y posteriormente se apropiaron de la piñata para sus celebraciones populares; de allí pasaron a España, en donde fueron los conquistadores españoles quienes trajeron y difundieron la práctica de la piñata en México, donde se hizo muy popular", señala la fuente mencionada arriba.
INTRODUCCIÓN A MÉXICO
En plena etapa de la conquista española, hacia el año 1586, "los frailes agustinos de Acolman recibieron la autorización del Papa Sixto V para celebrar lo que se llamó 'misas de aguinaldo', que más tarde se convirtieron en las posadas. Fue en esas misas que tuvieron lugar en los días previos a la Navidad que los frailes introdujeron la piñata, la cual utilizaron como una alegoría para ayudarse en sus esfuerzos por evangelizar a los nativos de la Región".
SOBRE LA PIÑATA ORIGINAL
Actualmente, las piñatas se realizan de múltiples figuras y formas, incluso de personajes famosos, como se ha informado en este diario; no obstante, las originales, que aún muchos respetan, son de siete picos.
Los picos representan los siete pecados capitales y los brillantes colores de la piñata simbolizan la tentación. La piñata se transformaba, en sus principios, en una representación de la fe ciega y de la virtud o la voluntad para vencer el pecado. Los caramelos y otras golosinas dentro de la piñata representaban las riquezas del reino de los cielos, por lo tanto la enseñanza que se acompañaba con fe y una sola virtud podía vencer el pecado y recibir todas las recompensas de los cielos.